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EL MAESTRO JUAN DE VILLALPANDO, SOSPECHOSO DE HEREJÍA 29 miento de las almas que Dios había enviado a su casa" 65 • Tan embaucados traía con su labia a clérigos y beatas, que en las re– uniones de su casa (cuando no se entretenía con clérigos sus devo– tos "en comidas y cenas de conversación y en huelgas en el cam– po") se leía al azar una página del misal, y ella, tras unos mi– nutos de reflexión, comentaba desde el sitial de honor, como por inspiración divina. Ella les señalaba confesor, a ella prestaban obe– diencia (no sé si por juramento o por voto) y de ella se repartían, a fuer de reliquias, cabellos y trozos de su ropa. Ni la Sábana Santa se habría cotizado en tan alto precio como una mantellina que había llevado puesta la Madre durante su primer calabozo inquisitorial. Distinguiéronse por su rendimiento aquellos dos principales maestros, de los cuales supo Madre Catalina por revelación que estaban predestinados: Blasco y Villalpando. ¿ Qué mucho que uno y otro se desataran en elogios de santidad tan eminente? ¿ Qué mucho que Villalpando publicara de ella lo que ella había publi– cado de él: que era una de las tres almas que pone Susón en la peña nueve? ' 66 • Y ¿ que en un arranque de entusiasmo llegara a decir que en la Madre Catalina estaba la Iglesia con sus sacra– mentos? E,stas y otras muchas ponderaciones de Villalpando sobre las gracias de Madre Catalina se recogieron en la primera publi– cación de testigos contra el clérigo tinerfeño 67 • Si en ello hubo ~,5 Relación del auto que fue hecho en San Pablo de SeviUa.. ., 28 de !fe– brero de 1627. RAH., loe. cit., y Sevilla, Biblioteca Colombina, Varios, 118. '6·6 Equivalía al grado sumo de santidad cristiana. El Libro de las nueve rocas, atribuído a :Enrique Suso o de Berg, fue publicado en Colonia el año 1'55,3 por el cartujo Lorenzo ,surius, como "Henrici Harphii de IX rupibus", es decir, como obra de Enrique de Herp, predilecto de Fray Bernardino de Laredo. Otro cartujo, Nicolás Le Cerf, lo tradujo al francés y lo incluyó entre las obras de Susón, en París, año 1-5,86.-Pero ni el uno ni el otro de los dos (EJ:ndques fue su autor, sino Kulmann Merswien (t 1382), natural de Strasburg. La obra es una acre censura de la inmoralidad que invadía la Iglesia. C'ada una de las nuecve rocas sirven de refugio a las almas perfectas, según su categoría espiritual. En la roca nueve sólo moraban tres almas. 67 'Sevilla. Relación de las Testificaciones contra Juan de VillalP'ando, 1623. Portada interior: "Relación de las Testificaciones y Declaraciones que se han podido juntar hasta hoy, 2 de septiembre, del proceso y papeles que hay en este officio contra el M. 0 Juan de Villalpando... , confesor y predi- Núm. 14 (1968) 471
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