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336 BOLETÍN DE mSTORIA Y ANTIGÜEDADES que hacen del superintendente el principal árbitro en esas labores singulares; en caso de duda, no les compete a los con,– tadores; "porque tengo para mí que asuntos de semejante na– turaleza, sobre reservarse S. M., requiere de suyo mejores conocimientos que no encuentro en el expresado Tribunal, cuya falta sin duda le ha metido a boca agenas facUltades y no le ha permitido comprehender en el delicado, curioso manejo de labores y operaciones prolixas de moneda, que con la más pura y celosa exactitud practican sus Ministro,s y dependientes". "A vista pues de lo supuesto -insiste en su carta al virrey Ezpeleta- no parecerá extraño que en desagravio del empleo que obtengo y deseoso de sostenerlo con el honor y facultades que me son propios, suplique rendidamente a V. Exa., se digne declarar que las notadas cláusulas ·del referido informe (del tribunal de cuentas) ... no deben perjudicar a las regalías del empleo; previnié:p.doles que en lo sucesivo en asumptos de esta naturaleza omitan injerirse, para obviar de esta manera las desazones e inquietudes que causan a los ministros y depen– dientes que saben muy bien cumplir con sus obligaciones, así en lo gubernativo como en lo económico. . . Si los Superinten– dentea de las Reales Casas de Moneda fuesen unos sugetos tan desautorizados como quiere suponerse y si sus facultades no fuesen las más constantes en las Ordenanzas, desde luego pu– dieran serme reparables ... " (80). El fiscal fue de parecer que el virrey consultara a ,su majestad sobre si eran o no abonables tales mermas (Santa Fe, 16 de diciembre de 1793). De la plata del cimiento real se labraban los cuartillos, moneda que equivalía a 1/32 de real de a ocho y que en la economía doméstica podría valorarse como la actual de cinco pesetas; y los reales y medios reales, que más parecían cons– tituír capital de ahorro que moneda de cambio. Sarratea tuvo también que intervenir en la emisión acelerada de esos cuar– tillos, cuyas matrices llegaron de España; y aconsejar al ar– zobispo virrey que desengañara a la corte en sus empeños de llevarse la tierra del cimiento real para extraer el cuarto de (80) Sarratea al virrey Ezpeleta, desde la R. C. M., Santa Fe, 31 de mayo de 1792, en Anbog, Moneda, t. 3, f. 878-880. La carta original de Sa– rratea en Moneda, t. 8, f. 68-69.

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