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BOLETÍN DE HISTORIA Y ANTIGÜEDADES 335 dora más tupida; y el granzón grueso se echa por separado a una olla señalada, porque si se revolvían dichas granallas con las gruesas, se había experimentado mayor merma en la afinación; y 11:lS menuda,s que quedan, jamás se echan al ci– miento, porque se pierde mucho oro. La olla del granzón grueso se muele y lava por separado; las otras, una vez sacadas del horno o de la hornaza, se v,an asimismo moliendo y lavando, en junto, para obtener el oro que se ha afinado y cimentado entre ellas; "en cada lavada de éstas se va apartando el granzón gr'Ueso de la misma tierra; se remueve en 1~ morteros para lavarse y sacarles las partícu– las de oro". Y así continúa el procedimiento mecánico de la– vados y cribas, alternando con el químico de cloruraciones; las sales de plata, contenidas en las tierras del llamado cimiento real, se tratan con mercurio; si se anticipaba esta operación última precipitadamente, se acentuaban las mermas de oro que consigo arra.straba la plata. Por el sistema ollar descrito llegaban a obtenerse tejos de 23 y ½ quilates. Por el remache o aleación de los diversos oros había de llegarse al de 22 quilates (o de 21 desde 1787). Esta última fundición y mezcla se realizaba con carbón vege– tal, en paillas o recipientes de arcilla refractaria, encestados en otro de hierro. Por análisis sucesivos de la masa fundida se iban regulando las proporciones. La masa definitiva se va– ciaba en rieleras o moldes; los rieles o barritas, previamente recalentados (recocho) se adelgazaban en el laminador y se cortaban en di.seos o cospeles, que se habían de acuñar en el volante (79). Este lance de Popayán, es el único con el de Guayaquil, en que hemoo sorprendido a. D. Juan Martín de Sarratea li– diando por sus fueros y los de su profesión. Sus antiguos co– legas del tribunal de cuentas habían pretendido intervenir en la cuestión de las mermas, sustrayendo el asunto de la ju– risdicción de Sarratea. Esto revela -escribe al virrey- total desconocimiento de la ordenanza 28 de la,s reales casas de mo– neda y del auto acordado 12, libro 5, titulo 21 de las de Castilla, (79) Hemos completado el informe del fundidor Ortega con notas de la Historia de la Casa de Moneda, II, p. 111-115.

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