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MLETÍN Dli: HISTORIA Y ANTIGÜEDADES 283 cargo, con no menor solemnidad que lo hicieran el virrey y los demás altos funcionarios: en la sala de real acuerdo de justicia de la real audiencia y cancillería del Nuevo Reino de Granada, y en presencia de su presidente, el virrey Pizarra, y de los oidores o magistrados Verdugo y Oquendo, Aróstegui y Escoto, Verástegui y Saracho, Casal y Montenegro, Pey Ruiz y don Jacinto Antonio de la Torre, y del fiscal don José Pe– ñalver y Vegué. "Habiéndose llevado a dicha sala el sello real por el Chanciller, acompañado de los dos Alcaldes Ordinarios de esta Ciudad y Ministros subalternos de dicha Real Audien– cia, hicieron comparecer al Sr. Dn. Martín de Sarratea y Goie– neche, Contador provisto por S. M., que Dios guarde, en una de las Contadurías del Tribunal y Real Audiencia, de las de este Reyno, y éste en el lugar acostumbrado, en presencia de dichos señores, por ante mí el escribano de S. M., mandaron hiziese el Juramento al referido Sr. Contador, D. Juan Mar– tín de Sarratea, a quien, puestas las manos sobre el sello real y un misal, dixo: Juro al Rey Nuestro Señor, por Dios y por los Santos Evangelios, donde quieran que están escritos, de usar como tal Contador del Tribunal de Cuentas, bien y fiel– mente este oficio y guardar las Ordenanzas de los Tribunales de ellas y las demás Ordenes y Cédulas y Leyes de S. Magd. dadas y que se dieren cerca de la execución y cumplimiento del dicho oficio y el sigilo y secreto en los negocios y c:osas que se trataren en dicho Tribunal y en las Juntas donde entrare; y en todo haré lo que debo y soy obligado al real servicio por razón de dicho oficio. Y si así lo hiciere, Dios Todopoderoso me ayude en este, mundo en el cuerpo y en el otro al alma; y si no, me lo demande. Amén". Y los dichos señores rubricaron; y el dicho don Juan Mar– tín de Sarratea lo ·firmó y rubricó. Cinco rúbricas y la firma de Sarratea. "Ante mí, Juan de Mendoza y Luque, escribano por S. M. y teniente de Cámara" (5). Si los cargos de contador ordenador y el de tesorero re– querían, amén de una honradez tridimensional, una cierta competencia euclidiana, el de contador mayor del tribunal de (5) Anbog., R. Aud. Cundinamnrca, t. 13, :l'ol. 212-214. El cronista José Vargas Jurado retrasa erróneamente la llegada del contador Sarratea al 14 de octubre de 1751.

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