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INICIATIVAS REFORMISTAS DESDE EL NUEVO REINO DE GRANADA 221 de Paula», de 234 y 3/4 toneladas, con su maestre y propietario, don Juan de Arizón; «San Jorge» (a) «El Infante Felipe», de 275 y 3/4 toneladas, y maestre don Miguel López Abenia; fragatas mer– cantes «Nuestra Señora de los Dolores» (a) «Princesa» de 174 y 1/4 toneladas, maestre don Norberto Michelena; «Nuestra Señora de los Dolores» (a) «El Rayo», presumibles 236 toneladas, maestre don Diego de Campos, y bajel «Nuestra Señora de la Concepción» (a) «San Cayetano», cuyo maestre era don Diego de Corte y An– drade (18). Sin percance consiguieron arribar a Cartagena de Indias. Car– gadores de la anterior feria (españoles al parecer) se apresuraron a resguardar sus caudales en uno de los navíos de registro del te– niente general don Blas de Lezo (19), pero el comercio de Lima «no pudo habilitarse para baxar a la Feria», por falta de recursos, hasta el año de 1739; ni las autoridades civiles impedir, por exquisitas que fueron sus diligencias, «la abundancia inveterada del comercio extrangero, en las costas, con el descaro de venir armados los bar– cos tratantes». De esos extranjeros y de sus cómplices, vasallos del Rey Católico, escribirá el virrey Armendáriz que «robaban el Im– perio a la Corona Española». La última feria de Portobelo se liquidó, al modo y uso habitual, con la venta de rezagos en Cartagena de Indias; lentamente, según puede deducirse de la consulta de don Blas de Lezo al ministro José Quintana, en carta de 16 de septiembre de 1740, sobre si «eva– cuado el comercio de España, con la venta de sus efectos», podría emprender, por la ruta de La Habana, el regreso a la metrópoli (20). No parece sino que el ilustre marino, al que la muerte había arrancado en lucha abierta con el adversario holandés, francés e inglés un brazo, una pierna y un ojo, presintiera que c~n cualquier dolencia traidora, como la que se había cobrado 280 víctimas entre sus tripulantes y los defensores de la plaza de Cartagena, se le obligara a sucumbir. Con fecha 27 de febrero de 1739 le había comunicado el minis– tro Quintana, de orden de su majestad, haberse ratificado la paz con Inglaterra. Sin embargo, el 1 de diciembre del mismo año le notificaba desde Portobelo don Francisco Abarosa que seis navíos de guerra y dos balandras de pabellón británico maniobraban, a (18) El tonelaje y clase de embarcación mercante, de acuerdo con la relación nominal que publica García-Baquero [11], II, págs. 14 ss. No registra el de Nuestra Señora de la Concepción o San Cayetano, ni coincide el nombre del maestre del San Jorge. La fragata El Rayo puede coincidir con la mencionada página 19. (19) Escobar, Informe [4], fol. 795. (20) Cartagena, 16 de septiembre de 1740, en AGI, Santa Fe, 1021.

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