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224 EULOGIO ZUDAIRE HUARTE virreinal de los siete años (1717-1724), los mercaderes de Tierra Fir– me venían aprovechando, para sus transacciones, la estadía carta– genera de la flota, previa a su anclaje en el istmo. Cuando los dis– ciplinados comerciantes limeños regresaban al Callao, luego de ce– lebrada la feria de Portobelo, se sintieron chasqueados: los ma– drugadores santafereños les habían tomado la delantera en la ven– ta de mercancías europeas y provisión de los mercados. Apelaron al virrey Armendáriz, que por decreto obligó a todos los comer– ciantes, peruanos y neogranadinos, a concentrarse en los puertos del Callao y de Guayaquil y navegar juntos, en la fecha de aviso, hasta Panamá, y los que no estuvieran conformes tendrían que re– trasar su negociación hasta el regreso de la flota a Cartagena, rum– bo a la metrópoli. Arguyen Ulloa y Juan en su Viaje a la América meridional que la ruta Santa Fe - Guayaquil era, sobre penosa, muy arriesgada para el trasiego de caudales y conducción de mercan– cías, y quedarse a los rezagos de Cartagena, «escoria de todas las mercaderías», la ruina de cualquier traficante (25). Resolvió la angustiosa situación provocada por Armendáriz el jefe de escuadra don Manuel López Pintado, que llegó a la feria de Portobelo provisto de una real cédula (Constantina, 12 de junio de 1730), que le facultaba para resolver los conflictos que pudieran surgir. A petición del comisario de galeones restablecióse la ante– rior costumbre, salvo esta precisa limitación: ni santafereños, ni popayanejos, ni los del comercio de Guayaquil o Quito podrán in– ternar ropas ni otros efectos de Castilla más al sur del corregi– miento de Loja. Ahora bien, como el decreto del marqués de Castel– fuerte se dio en 12 de mayo de 1730 y el del jefe de escuadra López Pintado el 19 de agosto del mismo año, no entiendo se siguiera trastorno alguno por nada ni para nadie (26 ). Con insistencia discierne Escobar «dos comercios» en las ferias de Portobelo. «En aquel tráfico de Galeones y Ferias con estos Rey– nos se distinguieron los Vasallos del Rey en dos cuerpos esencia– les de comercios diversos, uno de los Reynos de España, activo... , el otro, aunque pasivo, era de Americanos, porque lo hacían activo de unas Provincias a otras de estos vastos Dominios y porque era esclusivo de los Mercaderes de España en todo el tiempo de Galeo– nes ... Unidos en Portobelo los dos comercios, Americano y Espa– ñol, con sus respectivas cabezas y Gefes Reales, celebran la Feria en los precisos sesenta días ... » Americanos son los criollos y mu– chos españoles europeos, como los Elizalde de Baztán, avecindados en la Ciudad de los Reyes. (25) En [10], t. I, págs. 108-110. (26) Juan-Ulloa [10], pág. 109; Escobar, Informe [4], fols. 791-792.
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