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IDEARIO POLITICO DE D. GASPAR DE GUZMAN, PRIVADO DE FELIPE lV POR E. ZUDA.IiR,E EL HOMBRE. Nadie quizá percibió con tal clarividencia toda la hondura del problema español en el siglo XVII como el tan denigrado Conde Duque de San Lúcar (1), mal llamado Conde-Duque de Olivares. Sus pri– meras intervenciones, si exceptuamos su discutible responsabilidad en la guerra de Holanda y en el fracaso de las bodas reales hispano– inglesas, fueron otros tantos triunfos: pragmáticas y cédulas reales contra el despilfarro y el lujo; victoria de Fleurus (1622), por Gonzalo de Córdoba, nieto del Gran Capitán; rendición de Juliers (1622) y de Breda (1625), por Ambrosio de Spínola; tratado de Monzón con Francia sobre libertad de la Valtelina (1626). "Era la hora de la vic– toria española en todas partes. En Italia se imponía el Duque de Feria. En Alemania triunfaban los católicos" (2). Nadie tampoco le ha negado sus cualidades de trabajador enér– gico e íntegro, ni su recta intención al tratar de "galvanizar el cuerpo de España en la ocasión solemne de decidir de sus propios desti- (l) Marafión, G.: El Conde-Duque de Olivares, cap. XXI. No tuvo Olivares la mano férrea de su rival Richelieu, ni su maquiavelismo ni su fortuna.-Hauser: La PréPonderance Espagnole (Col. "Peuples et Civilisations"), pág. 28D.-Le lla– mamos Conde Duque de San Lúcar porque esa fue su firma durante algún tiempo, a ipartir del afio 1625,. Nunca fue ni se firmó "Conde-Duque de Olivares". (2) Suárez Fernández, L.: Política antiespañola ... de Richelieu. Separata de "Simancas", I, Valladolid, 195,0, págs. 25-26.