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14 E. ZUDAIRE es la visión certera del Valido, que continúa insistiendo en la trascen– dencia de su proyecto: "Este es el camino, Señor, que puede resucitar la Monarquía de V.M. y con gobernar ,bien éste, se han hecho pode– rosos nuestros enemigos; conquistan con él el mundo, y no corriendo por su cuenta el despacho de los galeones de V. M., gozan en ellos incomparables sumas de las que vienen para V. M. y sus fieles va– sallos". ¡Cuántas fortunas de corsarios y filibusteros denuncian estas palabras! Preocupaba finalmente al de Olivares el problema demográfico, tanto el de la metrópoli (29) como el de las colonias. Proponía para éstas el fomento migratorio de alemanes, italianos y flamencos, que fueran católicos; y preconizaiba para la Península la protección pri– vilegiada de los matrimonios y la limitación del número de religiosos y de eclesiásticos "con entera y segura conciencia" (SO), sin que ello obstara a su preocupación primordial "de la dilatación de la religión católica y de conseguir estas fuerzas para emplearlas en la extirpación de los enemigos de la Iglesia". Pues ¿ no bastaba fomentar la prospe– ridad económica del pueblo, según dejó indicado anteriormente? Franqueza por franqueza, no creo que ningún Primer Ministro la haya tenido tan gallarda como el Conde-Duque. Y no por alarde de tutoría. Las diversas Juntas que, a raíz de este Informe privado, se fueron creando (31) son prueba tanto de buena voluntad como de estéril dis- (29) Desde tiempo atrás venía inquietando a nuestros estadistas el problema de la despoblación peninsular. Archivo Histórico Nacional, leg. 6,8, pág. 71, con– sulta del Consejo de Estado del año 1619, en la que se atribuye a las cargas tri– butarias aquel fenómeno demográfico. En el mismo año, Sancho de Moneada le dedicó el segundo de sus Ocho Discursos. Y de esa cuestión diserta Fernández de Navarrete en su Conservación de Monarquías. (30) No menos que la amortización de los bienes eclesiásticos preocupó en el siglo XVII el exceso de vocaciones clericales y la inautenticidad de muchas de ellas. Fernández de Navarrete: Conservación de Monarquías, capítulos XIX, XXVTII y XXIX-Sancho de Moneada, en su Restmiración política de España, escribe: "El daño de demasiados clérigos es notorio, porque se agota la gente del Reino y dicen que hoy la cuarta y aun la tercera parte de España es ecle– siásticos".-Y .Saavedra Fajardo, en un opúsculo que le atribuye Giorgio Spini, enumera, entre las causas de la decádencia de Castilla, el gran número de con– ventos: Un scritto sconosciuto di Saavedra Fajardo, en HISPANIA, VIII (1942), pág. 442. (31) Valga como ejemplo, ¡por la trascendencia de su cometido, la "Junta de población, agricultura y comercio", creada por Real Cédula de 18 de noviembre