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IDEARIO POLíTICO DE D, GASPAR DE GUZMÁN, PRIVADO DE FELIPE IV 13 en el estado de las cosas es/menester hacerles andar a otro paso, por– que toda España enteramente clama y le resobra razón" (26). Resume el Valido su programa de gobierno aconsejando al Mo– narca la administración de justicia por igual entre todos los vasa– llos (27) y requiriéndole a que exija de todos la entera obediencia a las órdenes de Su Majestad, "sin réplica ni dispensación y so pena de los más severos castigos". ¡ Cuántos discursos del Conde termi• narán con que todo se hunde, y todo es "la total destruición de la Mo– narquía", porque nadie ejecuta las órdenes de su Rey! Ex:hórtale a que tenga bien guarnecidos los presidios, fronteras y armadas ordinarias, con jefes competentes al mando de dichas pla– zas y galeras, "por la utilidad, cobro y seguridad de los Reinos", y a que descentralice el comercio, gobernando "por Compañías y Consu– lados la mercancía de España, poniendo el hombro en reducir los espa– ñoles a mercaderes". Principio sapientísimo este de espolear mercantilmente el espí– ritu hogareño de los españoles, y el de constituir Compañías de co– mercio, como la que, por Real Cédula de 4 de octubre de 1624, acababa de crearse en Sevilla con el nombre de Almirantazgo de los Países Septentrionales (28); principio que volvió a invocar en las Cortes catalanas de 1626; principio que pareció fructificar por toda la geo– grafía peninsular, cuando en 1629 se reunieron en Madrid, por Real Orden, los más expertos mercaderes (entre ellos, dos de la matrícula de Barcelona) para discutir la organización y funcionamiento de las futuras Compañías de las Indias Occidentales. ¿ Por qué fracasaron aquellas gestiones? ¿ Por qué no prosperó el Almirantazgo de los Paí– ses Septentrionales? Son cuestiones aún no estudiadas. Lo innegable (26) Archivo de la Corona de Aragón, Correspondencia de la Generalidad, Caja 22. Madrid, 7 de octubre de 1639. (27) En todo momento ¡preocupó a Olivares la justicia con que habia de proceder el Monarca. Reinar es un servicio, un "ministerium regale", que, sin su¡ponerle teocrático, significa, por su contenido religioso, la obligación de go– bernar al pueblo de Dios, el que fuere, con equidad y justicia. Idea que aflora constantemente en los escritos de Ma.dariaga, Fray Juan de Santa Maria, Zeballos, F. Navarrete.-Of.r. Silvela, Francisco: Cartas de Sor María de A.greda , Pró– logo, pág. 205, (28) Dominguez Ortiz, A.: 1ill Almirantazgo de los Países Septentrionales y Za Política económica de Felipe IV, en HISPANIA, 27 (1947), 272-290. Véase asimis– mo B. N. Madrid, ms. f!.354, sobre la unión de todos los comerciantes y la insti– tución de un Cónsul supremo. Afio 1623.

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