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IDEARIO POL1TICO DE D. GASP:AR DE GUZMÁN, PRIVADO DE FELIPE IV 11 eiones rotundas y chocantes?: "Tenga V. M. por el negocio más impor– tante de su Monarquía el hacerse Rey de España; quiero decir, Señor. que no se contente V.M. con ser Rey de Portugal, de Aragón, de Va– lencia, Conde de Barcelona, sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y leyes de Castilla, sin ninguna diferencia, que si V. M. lo alcanza, será el Príncipe más poderoso del mundo". Principio maquiavélico, en sí mismo considerado; mas no tanto si, por la admisión a los oficios y dignidades de Castilla, se consiguiera que "se olvidasen los corazones de manera de aquellos privilegios que, por entrar a gozar de los de este reino legalmente, se ¡pudiese disponer con negociación esta unión tan conveniente y necesaria". Saavedra Fajardo pareció darle la razón cuando escribía: "Si cuando la fortuna varía los tiempos variásemos las costumbres y los medios, no sería poderosa, ni nosotros tan sujetos a sus disposiciones. Mudamos con el tiempo los trajes y no mudamos el ánimo ni las costumbres. ¿ De qué viento no se vale el piloto para su navegación? Según se va mudando, muda las velas y así todas le sirven y conducen a sus fines" (24). Aludía en esta "empresa" el polígrafo murciano a las fatales consecuencias que se siguieron para nuestra Monarquía (año 1640) de no haber evolucionado políticamente al compás de los tiempos. Olivares fue confiando al Rey su Informe sobre materias de go– bierno, por entregas. El último párrafo transcrito corresponde a la "Recopilación del dictamen", separado del antecedente discurso por un lapso de varios días, en los que debieron ocurrir sea cambios de humor sea muy particulares accidentes de política interna. No de otra forma se explica, aun concediéndole "la cortedad de la capacidad humana", su duda y vacilación en lo mismo que con tanto aplomo venía sustentando; esa su transición de los métodos suaves, osmó– ticos, al estilo violento, de provocación y de represión inmediata de la revuelta, para suprimir de esa manera todas las particularidades y privilegios: "El tercer camino, aunque no con medio tan justificado, pero el más eficaz, sería, hallándose V. M. con esta fuerza (armada) que dije, ir en persona como a visitar aquel reino donde se hubiere de hacer el efecto, y hacer que se ocasione algún tumulto popular (24) Saavedra Fajardo: EmPresa XXXVI, B. A. E., t. 25, pág. 92.