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362 EULOGIO ZUDAIRE en adelante con mucho gusto, como espero me hará también V. Ex. eI de participar a S.M. este Obedecimiento y respuesta... » 164 • No significaba aquello cejar en la demanda. En carta que la Contaduría general examina el 7 de septiembre y que va señalada con el número 1, pide al monarca que ya que se le prohibe hacer nuevas representaciones, confía en que al menos le pedirá informes S.M. cuando llegue el momento, « como tan práctico en una y otras Misiones, sus Seminarios y Colegios ». Pero arrepentido de su propio comedimiento, en otra carta (señalada con el nº 3), refiere a SS.MM . (el rey y la reina) lo dicho por Mme. Villancour y lo que le había pasado con el ministro Porlier: informóle aquélla de que sus majesta– des habían leído sus últimas Memorias; y le dijo éste que los reyes se las habían remitido y él había mandado resumirlas. « Y como sé que sólo los estractos suele leer el Ministro en eI despacho, y aun añadir diminuto de palabra otras muchas cosas contrarias, para que no tengan Vs. Ms. que pedirle les lea sólo eI estracto, sino todas las memorias de que se sacó, a fin de deliberar lo combeniente, buelvo a pasar a Vs. Ms. con alguna adición, pues sí no se aze ni uno ni otro, pienso que en breve en lugar de aumentar se acabarán los colegios y las Missiones Capuchinas de España y de América... ». ¿Es celo o es flaqueza senil tan cerrada porfía? Pues todavía en una cuarta representación, la que termina con el Amén, vuelve a insistir en que ninguno sea destinado a misionar sin haber pasado al menos un año en los colegios de misiones, en convivencia con los veteranos, ni puedan ser admitidos en los colegios de misiones, sin haber hecho .la carrera de las Indias en los correos de La Habana o en las barcas de comercio libre. Leyó Porlier a S.M. lo de los extractos, en el despacho, y lo de la adición oral de expresiones contrarias a la substancia de los in– formes. « Y el Rey ha quedado convencido de la injusticia con que se le ha. tratado, pues no sólo ha hecho presente a S.M. todo el contenido de sus anteriores representaciones, sino que ha tenido el Rey la paciencia de leerlas en sus originales... Y este conocimiento ha obligado al Ministro en el acto del despacho a disculpar con el Monarca la. ligereza de este Rdo. Obispo, a quien disculpa y perdona un agravio, que él mismo no merece». Con semejante precedente, nada extraño que negase el rey lo· solicitado en la carta nº 4 y hasta lo calificase de « despropósito 164 _Desde La Paciencia, a 21 de julio de 1791. Autógrafa. &e despide con la fórmula: « Eiano. Sor. B.L.M. de V.E. su mas obligado Capellan f. Migtlf¡,l Capuchino y O. ex Are– quipa » (AGI, Indiferente General, 1342).

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