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FRAY MIGUEL DE ?AMPLONA 335 ya respondido, como consta de dicha carta que incluyo, no sólo concediéndome su licencia, sino exhortándome a que abrace esta nueva cruz, me he determinado, aunque conozco el inmenso cargo y cuidados del oficio, superiores a mis cortos talentos y débiles fuerzas, a aceptar aquella mitra, sobre todo en las críticas y peligro– sas circunstancias que la acompañan, resignándome así a las altas disposiciones de la Providencia divba, cumpliendo con la obediencia de mi Superior' y la voluntad de mi Soberano ». No mentía fray Miguel. Arequipa no era Cartagena de Indias. Ni por su situación política ni por ciertos barruntos clericales se ~presentaba apetecible aquella mitra. Mas como venía mostrando tal fogosidad en reformar el gobierno y dirección de las misiones, :se le iba a brindar una oportunidad en campo propio. Cuando se despida para el embarque, Carlos III le dará otras consignas. Fray Miguel de Pamplona, obispo preconizado de Arequipa, pobre de solemnidad, solicita del Co::isejo de Indias que se le cos– teen las bulas, el pontifical y el viaje y gastos inherentes a su toma de posesión e investidura. Entienden la Cámara y el fiscal ,que, considerados casos similares de frailes franciscos, se le po– ..drían anticipar hasta 4.000 pesos, nas no como ayuda de costa sino a cuenta de las pingües rentas de aquel obispado, que no mon– tan menos de 20.000 pesos anuales; porque España, empeñada en :guerra con Inglaterra, no puede dist"aer sumas de su presupuesto. Eso no obstante, Carlos III, en nueva galantería con fray Miguel, manda que por una sola vez se le entreguen 4.000 pesos sobre el producto de la vacante de aquella mitra, que, como todas las va– -cantes mayores y menores, pertenecían a S.M. por concesión po:rrti– ficia 117 • Con fecha de 28 de agosto cursaba el .secretario don Miguel -de San Martín Cueto a nuestro embajador en Roma, duque de Grimaldi, el correspondiente real despacho, por el que se pedía a Su Beatitud expidiera las Bulas en favor de fray Miguel de Pam– plona ·como obispo de Arequipa, pues S.M., a fuer de patrono uni– versal de las iglesias de Indias, había tenido a bien presentarle para dicha dignidad, « considerando las prendas de virtud y literatura» que concurrían en el citado misionero capuchino» ·ns. Embarcó en Lisboa. Llegado a Río de Janeiro, consagróle el ilustrísimo doctor don José de Mascarenhas Castelblanco, el 30 de 117 Reunión de la Cámara de Indias, 3 de octubre de 1781. Resolución de S.M. « como parece a la Contaduría y Fiscal», de 10 de octi:bre; expedición de la real cédula, desde ·S. Lorenzo del Escorial, a 1 de noviembre de 17'1, dirigida al superintendente de la Real Hacienda del Perú don José Antonio de Areche (:\GI, Lima, 1570). ns Madrid, Min. Asuntos Exter., Archivo de !a Embajada de España cerca de la· Santa .Sede, leg. 265 n° 200. '

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