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FRAY MIGUEL DE PAMPLONA 321 << muy v1eJO y cascado de achaques y fatigas»; y aun éste, no, antes de trascurrido un trienio. Previa autorización del provincial de Valencia, P. José de Monóvar, celebróse el capítulo presidido por el visitador fray Miguel,. en la ciudad de los Reyes, capital de la provincia de Santa Marta 81 en casa del oficial real don José Maestre. Por 8 votos, de los 13 elec– tores asistentes, confióse la prefectura de la Misión de Santa Marta y Riohacha al P. Joaquín de Moratalla, el primero de mayo de 1777. Y se designó como presidente del hospicio de Santa Fe de Bogotá, con facultad de elegir vicepresidente, al dicho fray Miguel de Pam– plona, que escogió para la vicepresidencia al P. Félix de Gayanes 82 • ¿ Qué hospicio es ése de Santa Fe y por qué se nombra al P. Pamplona su primer presidente? Si no por su valimiento con los. poderes públicos residentes en la capital del virreinato, al menos como muestra de gratitud por sus gestiones y por sus logros se le confirió dicho cargo. Es de notar, comenta el cronista, que la provincia de Valencia « siempre había deseado y diligenciado tener un hospicio en aquel nuevo Reyno de Granada... y jamás lo havía podido lograr». En las constituciones impresas para el gobierno de las misiones ca– puchinas en Indias, se había reclamado dicha residencia y S.M. la había denegado. « Este hospicio se deseava y solisitava para los. religiosos de la Misión viva, o los que enfermassen o envejeciessen o por su espiritual consuelo y retiro pudiesen en la mencionada Casa o Hospicio lograr su respectiva y necesaria comodidad » 83 • Prueba evidente de que la estancia de fray Miguel no había sido ni tan holgazana ni tan sin provecho la tenían los PP. capitulares en la residencia que acababa de poner a su disposición. Había sido, anteriormente propiedad de los hospitalarios de San Juan de Dios y pertenecía en la actualidad al cabildo de la iglesia catedral.. Cuando el P. José Antonio de Cervera, misionero de la provincia de Cataluña en Orinoco y Guayanas, ve:iía gestionando en balde,. desde el año 1774, algo similar para los suyos, el P. Pamplona, « ya por su valimiento, como principalmente por llevar los abonos y pareceres de los Gefes de esta capital, consiguió la fundación para la provincia de Valencia y para más superiores destinos que se habían propuesto los PP. Catalanes» 84 • • 1 APV, doc. 910-1, f. 20. En otros documentos se lee: « En la ciudad de los Reyes,. provincia de Riohacha ». Dicha ciudad, según consigna el P. Moratalla, es Valledupar. Y la trascripdón de su informe oficial opinamos que debe ser en tal guisa: « Haec electio cano– nica R.P. Praefecti praesentis Capituli in hac civitate Vallensi » [del Valle] y no « Valenci », como la presenta Antonio de Alcácer (Las misiones capuchinas, 225). s2 APV, Crónicas. III, libro quinto, cap. 20. sa Ibid. 8• AG, C. 140, 13: « Establecimiento de las :\iiisiones Capuchinas del S.P. Sn. Francisco•
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