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FRAY MIGUEL DE PAMPLONA 309 .nador y también con el señor virrey Guirior « que es también de Pamplona (es decir, de Aoiz en Navarra) y somos también medio parientes » o amigos. Existía además un capital fundacional de 36.000 pesos, con los que se podría fabricar el hospicio o residencia, a 100 leguas apenas por mar y por el Río Grande (Magdalena), de las dichas misiones de Riohacha y de Valledupar, en el cual podrían al– bergarse cuatro sacerdotes y un par de legos o de donados, que sin dificultad lograrían sustentarse de limosnas « en este puerto que es mui rico; y en su diócesis ai algunas villas buenas y a quasi todas ellas se puede ir por mar, por rio, lagos o canales navegables, que .aquí llaman cañones» 56 • Estimaba el P. Pamplona muy conforme al destino de las temporalidades (bienes de los jesuitas expulsos) el establecimiento de dicha casa o centro de clérigos misioneros, que habían de servir al mismo tiempo « para recluir clérigos díscolos y criminosos e infundirles doctrina y piedad» (subrayado el original). Radicaban dichas temporalidades en la villa de Mompox y en la ciudad de Cartagena y se componían, según noticias del procurador general (P. Miguel de Pamplona), de las siguientes partidas: 4.000 pesos que dejó el capitán don Juan de Velasco a los PP. Jesuitas para dos misio– nes anuales, una por la costa y la otra tierra adentro; el colegio je– suítico de Mompox había sido fundado por el capitán don Bartolomé Lázaro de Cerquera, con la obligactón de que cada año, « desptJ.és de la Pascua de Flores, avia de salir uno o dos sacerdotes por el rio abajo de la Magdalena hasta el Cauca y rio arriva asta la ciudad de ·Ocaña y su jurisdiccion a hazer mission, confesando los pueblos, comulgandolos, predicando y publicando el jubileo de la Mission, gastándose en esto el tiempo que arbitrará el Superior ». Don Anto– nio Tafur de Leyva y su mujer doña María Gerónima Godoy recono– .cieron, por escritura otorgada en Mompox el 18 de abril de 1765, que don Blas de Godoy había legado en su testamento una manda de 1.500 pesos, « con calidad de que se hiziese la Mission por el rio de Cauca y el Magdalena ». Aunque no existieran tales temporalidades, no podría el procu– rador general (P. Pamplona) desentenderse de la obligación precisa de misionar, « como tan interesante al bien de las almas de toda la Diócesis, que carecen de cultivo espiritual y enseñanza de Doctrina». Pero como ese socorro fundacional existe, debe calcularse que la .cantidad asignada por el citado don Bartolomé Lázaro de Cerquera no ha de ser inferior a los 6.500 pesos, que suman 12.000 con los otros citados; a ellos deben agregarse otros 23.000 « de los principa- 56 Carta autógrafa, sin fecha (1775), del P. Pamplona al vicario provincial de Valencia, que finaliza así: « B.L.M. de V.C, su mas obligado y obediente subdito y capellán, frai Miguel de Pamplona, C[apuchino] I[ndigno] », er_: APV. carpeta 9, Jeg. 4/1, doc. 941-1.