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1138 EULOGIO ZUDAIRE, O. F. M•. CAP. mero de estos "esculcas" e informantes voluntarios al servicio del enemigo, el Deán Pablo del Rosso? EL DIPUTADO ECLESIÁSTICO. Pero, ¿y quién es aqueste señor Deán ?-se preguntarán los más de mis lectores-. Por sí mismos podrán adquirir noticia cuan– do el proPio Deán desnude su alma ante ellos, sin sonrojarse. Entre tanto anticiparemos, aun a riesgo de menguar el efecto de la sor– presa, que Pablo del Rosso fué Diputado Eclesiástico de Cataluña. esto es, presidente de la Generalidad desde 1650 hasta la rendi– ción de Barcelona (1652) ;, qiie el dicho señ_or Canónigo se atri– buye a sí mismo, aunque los documentos ofi~iales afectan ig~q: rarlo, el honor y la gloria de haber sido parte decisiva en. la en– trega de Cataluña a Francia (23 de enero de :1,641)., y qu~ man~ tuvo amistosa correspondencia política con el Cardenal Mazarino y con los Cardenales Barberini, francófilos a todas luces (12) ; y; le Cardinal Duc de Richelieu. par le Pere Ferrand, Religieux Profez dü Couuent de Nótre Dame de Montserrat". (12) Al sentar esta afirmación sobre los Barberini no pretendemos de-. finir la politica del má.s significado representante de la familia, el Papá Ur~ tano VIII. Augusto Leman, en su obra Urbaim VIII et "la rivalité áe zá Franoe et <le "la Maioon d'Austrwh,e ae 1631 a 1635, trata de defender la im– parcialidad política del Pontífice. En las mismas ideas abunda L. Pastor, Hist. ·de ws Papas, vols. 27 -y 28, aunque sin disimular que, en privado, pro- 1esaba el Papa Barberini profunda antipatía a los espafiole.s por su prepon• derancia en Italia, según .declaró ingenuamente al embajador francés Béthu• me. (L. Pastor, ob, Cit., vol. 28, pág. 7.) Huelga advertir que en Espafia se le pagaba con la misma moneda. Felipe IV desconfiaba de él, según lo ma. nifestó diversas veces. Así, en la extensa apostilla que puso a la Consultlé!, del Consejo de Estado del 19 de noviembre de 1635, terminaba diciendo qu~ "aunque no sea desta consult~... reparen mucho en hacer al Papa. mediane 7 ro destas paces siendo -conozidamente apasionado de Francia"·; A. G. de Si– rnancas, E., ·2.665. De los otros dos Cardenales Barberini, sobrinos dél Pap¡¡, ;;.(Cardenal· AIJ.tonio, el joven, y Cardenal Francisco, "il senile"), diremos qU:e·, cuando el sucesor, Inocencio X, comenzó el proceso contra ~llos, se refu. giaron .en Francia: el primero, en septiembre de 1645, y el segundo, en .en~– ro de ;646; que el primero era jefe de la facción francesa del Sacro Colegio, c~ando la vacante· de Urbano VIII (29 de julio de 1644), y que fué Obisp9