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EN TORNO A LA REVOLUCIÓ:'\ CATALANA DE 1640 81 FERVOR CATALÁN Y ANTIPATÍA CASTELLANA. El solo hecho de que tales protestas de fervor gálico se pro– digaran cuando la suerte catalana se había decidido, al parecer definitivamente, por el lado francés, fuera bastante para sospe– char de su sinceridad. En él se cumplía enteramente cuanto Pe– dro de Marca, Visitador general, notificaba a Mazarino sobre la ;:ictitud política de Los catalanes: no el amor a Francia, sino las propias conveniencias les habían desbordado por la banda ultra– pirenaica. Por ese su afecto a Cataluña y a todo lo catalán, había hecho constar P. del Rosso en la citada Junta. de enero de 1641 y en los pactos de Narbona de 1642, que jamás consentiría el francés en desgajar de Cataluña l.os Condados de Rosellón y de Cerdaña, en todo ni en parte. Reacción natural de su tesitura po– lítica son los fieros declamatorios contra todo lo castellano: "No ha de quedar un castellano en este Principado ni queremos ver– sos (30) ny que se predique en su lengua y es tan grande el abo– rrecimiento que les hemos cobrado que espanta y aunque el Sr. Rey de Francia quisiesse restituir este Principado al Sr. Rey de Espanya no puede sin consentimiento de nosotros ... que antes moriremos todos y nos iremos en las partes remotas, que ver– les" (31). "Agora estoy trabajando-escribía a 10 de septiembre de 1642 al Cardenal Barberini--en hazer un arancel de las inhu– manidades que los castellanos han echo, que son increíbles y no es mucho que 700 hombres, no soldados, tuviessen en Monjuiche (30) Sobre el embrujo que la lengua castellana pudiera ejercer entre los catalanes, singularmente entre las damas, escribe Mr. de Marca a Maza– rino: "Les femmes sont puissants ( sic) en cette province et plusieurs d'entre elles ont une inclination plus forte pour Castille, a cause de la commurtica– tion d'une langue qu'elles entedent et admirent, et pour raisson des prodi– galités des castillans" (¿pulla?). París, B.N., Baluze, 103, fol. 99 v., ut (31) Carta de P. del Rosso al señor don Angelo Paracciani, de Barcelona, 12 de febrero de 1641.