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74 EULOGIO ZUDAIRE, O. F. M. CAP. tías? Tanto más si en París se enfocaba el problema con el mi.s– mo ángulo visual que el sagaz observador Pedro de Marca, el cual, en la relación que, a los pocos meses de su mandato, remitió al Cardenal Mazarino acerca de la situación política de Catalu– ña (23), dice crudamente que si los catalanes se echaron en bra– zos da Francia no fué por amor ni por inclinación a ella, sino por un deseo de su propia conservación y para vengarse de Cas– tilla; y que, no bien se extinga el fuego pasional, darán en sope, sar serenamente el pro y el contra de la vuelta a la obediencia del Rey de Castilla y de la continuación de sus pactos con el francés. Y respecto de los clérigos, "dont l'auctorité est f.ort considérable", está persuadido de que abrazarán una u otra: causa, según las perspectivas de alcanzar nuevas prebendas. Hay, es cierto, algu– nos de ellos que, por motivos personales, aman sinceramente a gspaña ("ont l'affection tout entiere pour Espagne"), y otros va– rios que se inclinan a su jurisdicción porque temen que Francia no les ha de guardar tantos respetos y que pondrá la mano en la reforma de sus desórdenes, "qu'ils s<;;auvent estre autant des- 2-greables aux Fran<;;ais" ( !) . EL AMIGO DE LOS BARBERINI. ¿ Qué significaba, entre estos eclesjásticos, el Deán de la Seo de Barcelona, Pablo del Rosso? Si nos atuviéramos a los relatos oficiales, diríamos que apenas si fué una rueda secundaria del complicado engranaje secesionis– ta, pues su misión aparente se cifró en "ser Yo Presidente deste Consejo de Guerra deffensiva, de dose Cavalleros de lo mejor de Catalunya" (2 de diciembr.e de 1640); en la representación de la .Junta General de Brazos, que, con Ramón de Guimerá y José Mi.. guel Quintana, ostentó cuando la jura virreinal, en La Junquera, (23) París. B. N., Baluze, 10 r., fols. 98-99 v.: Pour Mr. le Card. du 17 Juin 1644.

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