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EL '"DISCURSO DE LA CORONA" EN LAS: CORTES CATALANAS DE 1626 9 venta del bovatge y, como canónigo honorario, los estatutos y loables costumbres del Aula Capitular. El día 28, previo anuncio por el Protonotario Gerónimo de Villa• nueva de haberse prorrogado las Cortes para Barcelona, dieron éstas comienzo con la Proposié:ión del Rey o Discurso de la Corona. PROPOSITIO DE LAS CORTS. La experiencia de lo sucedido en Monzón y en Barbastro y el fun.. .dad<> temor de provocar en Barcelona una oposición todavía más vio~ lenta "por ser gente enemiga de novedades y gravezas (o .graváme– nes) y amiga de que se les guarden los privilegios", obligó a los Re– gentes del Consejo de Aragón a minutar la "Proposición de las Cor~ tes!' o Discurso del Rey, al estilo de las que se usaron en las prece– dentes. Y propusieron, incluso, que en lugar de hablarles de la for• mación de un cuerpo de milicia, como a los valencianos y aragoneses, se redujera el servicio a crear una escuadra de diez galeras "con mo– tivo de asistir a la defensa de su costa... pues no importan menos las: armas por la mar que por la tierra". La oficialidad sería toda ca– talana "desde el General a los capitanes y entretenidos" y estaría a las órdenes directas del Virrey. Podría construirse para dichas ga– leras un puerto nuevo, cerca de Collioure. El Rey artillaría toda aquella armada y contribuiría a los gastos de fábrica y a los de conservación (160.000 libras anuales) con los derechos de cruzada, subsidio, cuarta y excusado que le pagaba el clero y con los fletes devengados por el dinero que Su Majestad en– viaba por el puerto de Barcelona a Italia. Cataluña aportaría las 20.000 libras que v-enfa cobrando anualmente la Diputación desde el año 1599, 'para el mantenimiento de cuatro galeras (sólo había equipado dos, que en 1623 cayeron en manos de piratas); el importe que resultara de la reforma administrativa de dicha entidad provincial y los nue~ vos derechos voluntarios que pudieran imponerse sobre los fogajes. "Estas galeras limpiarían el mar Mediterráneo de pyratas o irían a servir a otras partes, donde su Magd. mandasse" (22). Ninguno de estos conceptos se vertió en la Proposición Real. Sin. duda alguna lo.s conocían ya. los representantes en Cortes, por comu– nicación del Protonotario; pues, cuando Felipe IV alude en su, discurso) (22) ACA, CA, 260. 34.

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