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12 E. ZUDAIRE soy. Si queréis que vuelva a Castílla, sin conseguir seguridad y fir– meza de la religión católica. y de todos mis Reinos, por no venir a lo que os propongo, será en buen hora; sólo os pongo en consideración que, habiendo puesto este negocio delante, se dirá en el mundo que vosotros habéis querido que vuestro señor y príncipe en caso tan apre~ tado se vuelva sin reputación y lo que es más, que seríades en este caso el instrumento de que queden con ella los enemigos de Dios y míos" ... Pocas veces -comenta V. Balaguer-se habrá pronunciado por un monarca discurso más humilde; "con lo cual se prueba cuán grande será el disgusto que existía entre los catalanes, pues no se ve en el rey más que deseos de conjurar la tempestad". Y con lo cual se prueba cuán grande era la desesperación de Fe– lipe IV por aquel aluvión de disentimientos que, en su inexperiencia, ni supo afrontar ni descabellarlos con oportunidad y destreza. APENDICE DOCUMENTAL I Copia, dfJ un billete del Conde-Duque al Gobernador de Monzón. Señor mío, no he querido hazer esta diligencia por mano de nadie sino la de V. S. por haver hecho diligencia con estos caballeros en cassa de V. S., por orden de S. M.; y que así reziban luego por su mano la última monición. Vengo de con el Rey (Dios le guarde) en este punto y vengo fuera de mí, de cómo le he visto; porque le dijeron lo que después de leído su papel, dijo Don Miguel Cervellón y por su nombre nombrado díjome mucho y lo más ligero fué que no tenía vasallos nobles en aquel Brazo, pues no dieron de puñaladas a Don Miguel y asimismo sin dejarle hablar más; y en efecto, Sr. Gobernador, yo no puedo decir a V. S. más de que advierta a todos los lustrosos que están dudosos, que en el corazón del Rey no hay más lugar que hoy, que si esta tarde se apartan de lo que el Rey les ha propuesto, que no hay mañana y que los declara el Rey por enemigos suyos y de su Corona a ellos y a todos sus descendientes perpetuamente; porque el Rey dice que su proceder y terquedad es de sedición; y no viva una hora, Sr. D. Luis (de Ha.ro), si no hablo con V. S. con ternura en este caso; porque no soy poderoso a revocar la resolución del Rey. Y duélome. V. S. vea lo que puede, que yo he hecho lo que el Rey no sabe en esta diligencia, la cual hecha, no me queda más que hazer, ni tengo poder para más. En haciendo V. S. la diligencia, me vuelve éste (billete); porque el Rey, proponiéndole

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