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IEL "DISCURSO DE LA CORONA" EN LAS CORTES CATALANAS DE 1626 U Ni fué este apóstrofe el Discurso de la Corona ni fué invención absurda que se tragara ingenuamente el insigne analista, sino la más auténtica y encendida alocución con que Felipe IV pensó romper el hielo de aparente indiferencia que oponían .los tres Brazos a sus apre• mios (27). Entre la admisión de actas de los síndicos (habilitación) y la pre– sentación incesante de disentimientos, muchas veces insustanciales, ~e había llegado al 18 de abril sin progreso notable ni en materia de gracia ni en las de justicia. Como ningún efecto había causado su amenaza de sentar la mano a quien sin motivo real hiciese obstrucción a la marcha de las Cor• tes (28), recurre el Monarca a pulsar la fibra sentimental y heroica. No les reclama su hacienda para gastarla en caprichos o en dádivas vanas, sino para hacer frente a sus enemigos. Ni está en su ánimo alterar leyes y prerrogativas, sino aumentárselas con larga mano, cuando pudiere hacerse en justicia. Pero del amor y lealtad de tales vasallos se desprendía que apelar a inmunidades para librarse de mos– trar una vez más aquel valor y arrojo que en tiempos pasados fué terror universal de Europa, lo habían de tener a ofensa. No imaginaba el Rey que, tratándose de la defensa de la religión, de la defensa propia de los catalanes y de su tierra, de la de los demás reinos y de la persona y reputación de Su Majestad, pudiera alegarse franquicia contra el plan que sus Consejeros habían elaborado; ni imaginaba que dejarían de apreciar su sacrificio en haber dejado la Corte y a su hija, recién nacida, en el mayor rigor del invierno, camis nando de aldea en aldea, con tanta descomodidad y menos decencia de su persona. Mas si algo hallaran en su petición opuesto a sus pri~ vilegios, libres eran de expresar en qué se les ofendfa; si bien espe~ raba, contra todo lo que por el camino le habían insinuado sobre la dureza de aquellas .gentes, que aquel Principado, el más aventajado entre todos los de sus Reinos para el ejercicio de las armas, acep~ taría su proposición. "Hijos y vasallos mfos catalanes! Vuestro señor (27) AHCB, .Proces familiar del Bras Real, fols. 199-200. Va firmado por el Protonotario Gerónimo de Villanueva, el cual añade: "Concuerda con el original decreto escrito todo de mano de su Magd. y con su real rúbrica, que queda en mi poder y assí lo certifico en Barcelona a 18 de abril de 1626". El Protonotario Jo leyó a cada uno de los estamentos en presencia del Marqués de Helíche, del· Can– ciller y de los Regentes de Aragón. (28) AHCB, Serie XVI, . w.al . 89, fol. 107.

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