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28 E. ZUDAIRE HUARTE <;ma siempre su valor en el servi. 0 de V. Magd. como lo habra mandado V. Magd. ver por la copia de los papeles que embie dho. dia 3. por esta via, y es– criui a los Diputados Concelleres de Barna. ciudadanos y particulares de toda esta Provincia pidiendoles acudiesen a seruir a V. Magd. en caso tan for<;oso. Lo mesmo me boluio a acordar en dos cartas de 5 y otra de 22 pidiendome otra vez tres mil Infantes a que le respondí que toda la gente que V, Magd. hauia remitido la tenia en su poder y que me auisaua el Virrey de Aragón que venian marchando mil hombres de las milit;ias de Castilla y que la Ciudad de Barcelo– na asistiria en llegando, y fuy continuando todas las diligencias para que la Prouincia asistiese como lo he dho. a V. Magd. Pidiome el Conde la artilleria quexandose de la dilai;ion que en esto hauia causado del poco cuydado con que ha tratado siempre esta materia el Marqs. Geri de la Rena que con achaque de su enfermedad lo retardó de manera que me obligó a yr personalmente por ella hasta ponerla en el embarca<lero y en carta de 14 me escriuia el mismo Conde Juan como se le yua enfermando algu– na gente y faltando otra, y asi le embie al punto la Comp ª de mi regim.º la de Gerona y otra que acabaua de llegar del Cons.º de Italia, que es toda la gente que he tenido con que poderle socorrer, y hauiendo ydo a ver el sitio sus apres– tos y baterias halle la pla<;a de la f. 2 Leocata atacada con tres aproges (=aproches). El uno a cargo del Marques de Mortara con el Regimiento del Conde Duque, el otro del Mre. de campo Juan de Arce y el tercero al del Mre. de campo Don Leonardo Moles, y asimismo tres baterias que cada una tenía quatro medios cañones y dos quartos y para impe– dir el socorro que le podía venir de Fran<¡ia asi por mar como por tierra se hizo un buen trincher0n bien flanqueado con buenos traueses en la garganta de la peninsula donde esta situado el fuerte que forma la mar y el estanque comen– <;ando desde el puerto de la Franquina hasta la orilla del estanque que ay de dis– tancia poco menos de una legua, y para el socorro que podia venir de la mar se hi<;o un quartel <¡errado a lo alto de la peninsnla y mas auajo a la orilla de la mar se hizo un reducto capaz de 200 hombres que estaua a cargo del Mre. de campo Don Diego de c;uñiga, y en el puesto donde se acaua el Grau para en– trar en la peña (= península?) de la Leocata se hi<;o otro quartel <;errado con una gran frente que comen<;aua de la mar hasta la orilla del estanque que es– taua a cargo del Mre. de Campo Francisco de Espejo. Y con estas fortifica<¡iones parecia que estaua asegurada la pla<;a del socorro que le podia venir asi de la mar como de la tierra y aunque al Conde Juan le parecia que era poca gente para la distancia de los puestos, Don Ant. 0 Gandolfo juzgo y me dixo era bas– tante para ellos. Y aunque deseé quedarme en el asedio el Cons.º y todos me representaron tantos inconuinientes que tenía el dexar la Prouincia pues para 112