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( EMPRESA DE LEUCATA LANCE FATAL DEL VIRREY CARDONA 29 DE AGOSTO - 29 DE SEPTIEMBRE DE 1637 POR ,E. ZUDAIRE HUARTE PRESIONES EXTERNAS No era el cardenal Richelieu hombre al que desanimasen los reveses. Si el balance de los dos últimos años le había sido adverso, al abrirse la campaña de 1637 tenía en línea de combate cuatro cuerpos de ejército, con los que atacó a un tiempo la Alsacia, el Luxemburgo, el Franco Con– dado y las plazas de Picardía. Por otra parte, el príncipe de Orange, adue– ñado de Schenck, aprestóse a la lucha más animoso que nunca. Contra tales acometidas habrá de oponer el Cardenal Infante más estrategia que .armamento, más ímpetu que masa de asalto. Breda se rindió al de Oran- ge y Landreccies al cardenal de la Valette. Replicó el infante D. Fernando con la toma de Roremunda y Vanloo e infligiendo al de Orange una co– losal derrota (Waes). La reacción francesa, en la persona del mariscal de Chatillon, progresaba por Luxemburgo, cuyas plazas de Dinant y Danvi– lliers, encomendadas al príncipe Tomás de Saboya, se rindieron a merced. Salvóse Saint Omer por la llegada oportuna de Piccolomini. El Franco Condado sufria el más cruel saqueo y exterminio a cuenta de los duques de Longueville y de Weimar, que lo continuaron durante el año siguien· te de 1638. En Italia, los duques de Saboya y de Parma se declaraban por el francés (Rívoli, 1636), con ánimo de expulsar a los españoles del Mila· nesado, defendido por D. Diego Felipe Mexía de Guzmán, marqués de Le– ganés, héroe de Nordlinghen, más valiente que estratega. Llegaron de Fran– cia los mariscales de Crequi y de Toiras, con diez mil hombres; y juntas sus fuerzas con las de los Duques, pusieron cerco a Valencia del Po, go– bernada por D. Martín Galiano. A los seis meses, levantaron el asedio, con gran mengua y pérdida de sus efectivos; pero cayó al fin la Valtelina con 85

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