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EMPRESA DE LEUCATA 23 guna de sus órdenes «ni se ejecutó la prudencia más mecánica», pues en 26 días ni siquiera se fortificaron las avenidas del socorro, tan inaccesibles (todas las energías se fueron por el trincherón de asedio), prefirio el Rey disimular con los jefes, haciendo se escribiera al duque de Cardona que estaba con entera satisfacción de su buena voluntad y que procurase reco• brar las tropas y gobernarlas con el tiento y resguardo que fuera menester y dar a entender a la provincia que esperaba de elfos que, no sólo por de· fenderse, sino por vengar su ejército, obrarían de modo que no quedasen tan satisfechos los franceses. Dio a entender asimismo que tenía certeza clara de que se gobernó mal; pero deseándose de parte de los jefes el acierto sumamente. 68 Con todo, por complacer a los ministros y soldados del Consejo de Estado y Guerra y porque se tuviese entera noticia de todo, «quando no fuera sino para la historia, que con justísima razón condena– rá este accidente y la resolución de la entrada por falta de todas sus cir– cunstancias y por imprudente y falta de valor (en que no sería justo faltar a la verdad puntual)», ordenó al Virrey recibir informe de cada uno de los jefes que intervinieron, uno a uno y sin dejarles salir de su cámara ni co– municarse entre sí: qué razón hubo para no asegurar los pasos, como se había mandado, ni meterse en los fosos, volar algún baluarte y aun dar escalada, cuando tan poca gente había en la plaza y cuando el daño y el riesgo estaban precisamente en la dilación. Difícil de explicar es, en efecto, por qué se entretuvieron en hacer tan– tos aproches en vez de intentar el asalto, después de haber batido la for– taleza con tantos cañonazos, haber reducido a silencio las baterías con- de 1637, en que examinaron los diversos informes remitidos por los participantes en la empresá de Leucata. Hay copia en A. C. A., Consejo de Aragón 281, 2. Felipe IV vuelve a vapulear a sus consejeros: «Quédome con los votos secretos, porque se sentencia en ellos sin conozimiento de causa y sin infinidad de puntos sustancialísmos y de preguntas que lo son». 68 A. G. S., G. A. 1185. Comentario del Rey al Consejo pleno de Estado de Guerra, celebrado el 5 de octubre de 1637: «Como pareze en todo y al duque de Cardona se le di– ga que de su buena voluntad estoy con toda entera satisfacción ... También se escrivirá que diga a la Provincia que espero d·ella que no sólo por deffenderse sino por vengar mi exercito han de obrar de manera que los franceses no queden satisfechos». Que se pre– gunte a los jefes sobre los diversos accidentes; «pero que lo hagan en forma que ellos no puedan recatarse, porque no tengo ningún fundamento para ello, aunque certeza clara de que se governó mal, pero desseando de su parte el acierto summaniente». 107

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