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EMPRESA DE LEUCATA 21 ceps namque», a intención de demostrar que sin Cataluña nadie podría guardar sus confines o a que la Diputación no quiso consumir su patrimo– nio por el gusto de llamar hacia sus tierras al enemigo. «Porque no hubo en el ejército número bastante para trincheras y fortificaciones, con que se dio ocasión a que los franceses celebrasen tanto aquella confusa retirada, en que los no vencidos, en el efecto lo fueron. Y divulgándose este suce• so, lo imputaron unos a resistencia del Principado y los naturales al poco valor y gobierno, siendo cierto'que con alguna considerable asistencia por parte de los catalanes se hubiera conseguido gloriosamente esta empresa». Pudo haber faltado Cataluña en no haber suministrado socorro de gente en ocasión tan precisa, como reiterará el conde de Monterrey en su voto secreto de 1639; 62 pero ..cargar sobre ella toda o la mayor culpa, sería injusticia manifiesta, en pugna evidente con las declaraciones que hicie– ron el Rey, el Conde Duque y estratega tan calificado como D. Antonio Gandolfo, después de recibidos los informes de los jefes que tomaron par· te en la escaramuza. Decía un francés, aludiendo a aquellos enormes trin• cherones levantados frente a Leocata por el cuerpo de zapadores o gasta· dores, que «había muy poca carne para tan grande olla». 63 Y ésta fue una de las imputaciones que se hicieron al caudillo milanés: •si en lugar de tener la gente el conde de Cerbellón al ataque de la plaza, la hubiera te· nido en el trincherón, como pedía todo buen discurso, tampoco lograra el enemigo su intento, antes saliera con escarmiento; y aun después de for· zado el trincherón, si los cabos hubieran tenido providencia para rehacer alguna otra tropa y se arrimaran a la coronelía que quedó toda la noche en su puesto, también es cierto que se perdiera Leocata (para el francés) y el enemigo no hubiera obrado con tan buena fortuna; de manera que se debe atribuir a la mala disposición y desorden que hubo de nuestra parte el mal suceso que tuvimos, y no a la dificultad de la empresa». 61 Sin esfuerzo se entrelee un afán de justificación por aquel hecho de 62 A. G. S., Estado 2663. Voto secreto del conde de Monterrey, 12 de marzo de 1639. 6a Biblioteca Nacional de Madrid, manuscrito 2055, pág. 8. ¡¡; A. G. S., Estado 2660. ,,Junta del aposento del Conde Duque en 12 de man;o» 1638. Voto de Olivares. Escribió el virrey de Mallorca al conde de Santa Coloma: «Lo de Leocata siento mucho haya tenido tan adverso suceso, pues parece más obra de Fortuna que del valor francés, con tan gran desigualdad de muertes, de nuestra parte a la suya». Mahón, 8 de noviembre de 1637. A. C. A., Corr. Gldad., caja 31. 105

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