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8 E. ZUHAIRE HUARTE rra injusta y offensiva" 1 como la definió nuestro Monarca. A la tensión interna venía a sumarse la presión exterior. Cualquier aumento de intensidad en una o en otra podría provocar el más trágico estallido. En tanto que nuestros polemistas se entretenían en demoler y triturar los fundamentos que a su declaración de guerra había puesto Luis XIII (14) y que el Conde-Duque perdía las cejas y los ojos "hasta no poder resistir la luz de una candela", elaborando planes de ataque y de defensa, los Consejeros de Estado y los Re– gentes de Aragón trataban de coordinar, en desacordes pareceres, la quietud de Cataluña, mediante la conclusión de sus Cortes, con los briosos propósitos de Felipe IV, que, para cumplir la oferta hecha al Emperador, trataba de hacer una diversión por Francia o por Italia. Entre Juntas y discusiones interminables, llegó por fin una orden real de que se dispusiera todo, pues había resuelto marchar a Cataluña y terminar de una vez con aquel estado provisional e indeciso ,en que se mantenía aquella provincia. Y encomendó a sus Consejeros y Regentes, nombrados y elegidos por él uno a uno, que estudiaran lo más justo y conveniente respecto de aquellas Cortes inconclusas: cuál de las soluciones era más acertada, la de cerrarlas, la de prorrogarlas o la de dejarlas expirar y convocar otras nuevas. Al discurrir sobre la proposición real, debían tener presente que su ánimo era dejar contentos a los catalanes y no exigirles otro servicio que el de conservarlos en justicia y gobier– no, "sin otra conveniencia más particular que tener tales y tan fieles servidores" (15). Cargaron aquellos asesores la conciencia del Rey con la obli– gación en justicia de solventar asunto tan enojoso, si las causas universales no impedían su actual desplazamie.nto a Barcelona; y se descargaron de más responsabiJidades, remitiéndose en todo al papel que presentó el Protonotario de Aragón, Gerónimo de Villa- (14) JOVER, J. M,•; i.6315. Hittforia, dti ima pol61n'ic,i Y' ,'H3Jnb!m, .• c:a de 1[¡;,1 :rtencraoión, C. S. I. C., :Madrid, 1949. 05) Orden de Felipe IV, 5 de diciembre de 1635. AGS, E, 2655.

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