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E. ZUDAIRE HUARTE bándos para evitar toda efusión <;le sangre y los precios abusivos en l.as ventas hechas a los soldados; al primero, que había preferido su origen catalán a toda otra preeminencia, agradecieron los conselleres la providencia tomada; al Cardenal Infante, que, sin ellos saberlo, había ordenado el primer pregón, censuraron el segundo, condenán– dolo por contrafuero ,(109). Reacciones tan extrañas aumentaban el desconcierto de la Corte. Su porfía por un privilegio no muy fundado, juzgábase mero pretexto, cuya solución no le interesaba por no verse desarmada. Con política de terciopelo -comentaba el Licenciado González en Consejo de Es- . tado- fomentaron los reyes el orgullo y la soberbia de Cataluña; con la severidad, se había vuelto más obstinada. Hora era de darles a entender que el vasallo debía servicio al Rey en justicia cuantas veces lo hubiera menester, y que los catalanes, siendo vasallos con~ quistados, no tenían por naturaleza más prerrogativas que los demás reinos de igual calidad. Podría concederse a Barcelona la cobertura, pero haciéndole el ofrecimiento no por ministro de Su Majestad, sino por confidente, y exigiéndole a cambio un donativo superior a los tres– cientos mil ducados, con lo que se habría salvado un gran bache y se habrían enflaquecido sus fuerzas, obligándole a vivir con el debido rendimiento. Era conveniente mortificar a Barcelona, por estar aquel pueblo muy licencioso. Si en ella y en otras ciudades de Cataluña se fuera alojando la tropa que en aquellps días se iba concentrando por la provincia, se remediarían males tan envejecidos y connaturalizados en sus habitantes (110). Cierta sería la dolencia, pero el cauterio de los alojamientos que propone el Licenciado ¿ no provocará una reacción violenta mucho más fatal que su pasividad del momento? ¿ Enervarán o enardecerán esas banderillas de fuego? Si algún día llegan a aplicarse, recuerde el lec– tor de dónde partió la iniciativa. Porque hacer de Olivares una caja de Pandora o un Epimeteo, simplificará nuestro objetivo literario, pero a trueque de falsificaciones. (109) DAOB, días 28 de agosto, 3 y 10 de septiembre de 1632.-Bruniquer: Rúbriques, II. (110) "Voto del Lic. José González". Danvila, op. cit., VI. Apéndice.

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