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34 E. ZUDAIRE HUAR'f'E Aquel acto de franca rebeldía, que pretendieron justificar con una orden de SuMajestad (98), produjo gran escándalo en la Villa y Corte, en donde se comenzél a murmurar sobre el envío de tropas, para poner coto ·a aquellas demasías y término a unas Cortes estériles y rebelde.s, gobernadas por Barcelona (99). El Consejo de Aragón disuadió al Rey del empleo de la fuerza, aunque, en ot~as circunstancias, así europeas como del Principado, le habrían aconsejado que ejecutara en aquellos vasallos cua.lquiera demostración o castigo, por severo que fuese, a fin de hacerles entender que, bajo ningún pretexto, podían saltarse a la torera las órdenes cursadas en nombre de Su Majestad. Pero, como faltaban los requisitos, propuso que se les diera a entender– cuál había sido la indicación precisa en orden a los pertrechos de gue– rra y se les dejara continuar la obra de fortificación; porque bastaba que apellidaran a sus privilegios para comprometer al Rey, cuando tan poco interesaba multiplicar las protestas de Barcelona, cacique indiscutible en el gobierno de aquellos pueblos. Corroboró Felipe IV que no era prudente enzarzarse en nuevos pleitos por razón de fran– quicias (100), si bien, por no desautorizar al Lugarteniente General,. se aplazó la publicación del decreto. Pero, a la postre, acabó por triun– far Barcelona, con el voto favorable del mismo Conde-Duque (101). Engallada quizá con su victoria., tuvo la descortesía de reclamar el regreso inmediato de su embajador en Madrid. Francisco Bru, por no cometer el desacato de partirse sin licencia del Rey, aplazó su vuelta. Amén de que podía esperarse en el éxito inminente de su emba– jada, desde que el Protonotario, que era el todo en el Consejo de Ara- (98) La tergiversación de la carta del Rey a los conselleres, escrita el 12 de junio, era evidente, puesto que el Rey sólo les ordenaba que tuvierán las armas a punto e hicieran provisión de pólvora y de alguna artilleria. AHCB, Deiibs.,. 1632, fol. 291. (99) Francisco Bru a los conselleres. Madrid, 23 de julio de 1632. (100) ACA, OA, 277.81. Consulta del 18 de julio de 1632. No p0r eso quedó zanjado el pleito, puesto que en su voto del 25 de agosto vuelve el conde de cas– trillo a defender la oportunidad de que se continúen las fortificaciones para que no se achaque a desconfian:z;a el paro ni se deje indefensa a Barcelona; por "la decencia de las órdenes del Sr. Infante" podrían suspenderse las obras durante algunos días. Danvila, op. cit., VI. Voto del Conde de castrillo. En el escrito po– lémico "Por qué? Para qué?" se echará en cara a los catalanes aquella desobe– diencia a la voluntad del Rey y de Su Alteza. (101) DAOB, .XI, Apéndice Il: "Embajada de D. Francisco Bru, negado de, la Corte, al Consejo de Ciento, el día 2 de octubre de 1632".

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