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EL CARDENAL INFANTE, VIRREY DE CATALU:&A 33 tad. La Real Audiencia falló en su favor, porque la Generalidad no sólo representaba a los Estamentos, sino a las Cortes, de las cuales él era presidente.por el Rey. En consecuencia, autorizó el Cardenal Infante a los Brazos para que pudieran tomar la matrícula y libros ele los Diputados; pero se cruzó entonces el Conseller en cap, previa consulta al Consejo de Ciento, "atento que el dar licencia Su Alteza -0 pedirla los Brazos era acto de Corte y que esto no se podía hacer, estante el disentimiento de la Ciudad sobre el cubrirse; con lo cual !han quedado todos empantanados" (95). Con razón preocupaba a los gobernantes españoles aquella arma del disentimiento: atravesábanlo los procuradores o lo alzaban según las conveniencias del bien común o del egoísmo particular. Mientras el Cardenal Infante permaneció al margen, florecieron libremente las ¼:lisc~iones; bastó que S. A. saliera por los fueros de la Monarquía, para que Barcelona, pre.scindiendo de un interés tan común como la moralidad en la provisión de los cargos provinciales y en la contabi– lidad de las entradas y salidas, paralizara toda realización construc– tiva, renovando su disentimiento. En Cortes y fuera de ellas, la actitud barcelonesa se -hacía cad!;\ vez más inquietante. Con fecha 12 de junio había escrito Felipe IV a los conselleres que se proveyeran, en breve, de pólvora, municiQnes y artillería, a tenor de los avisos siniestros que se iban recibiendo. Mas ellos, en vez de procurarse armamento, diéronse a fabricar. una media luna en la puerta del mar, haciendo coincidir aquellas fortifica– ciones con los primeros :rumores sobre el desembarco de tropas na– politanas en Cataluña. Envióles el Cardenal Infante, que creyó ver alguna torcida intención, un recaudo para que no se pasase adel.ante. Respondieron ellos con un privilegio del Rey D. Pedro, según el cual gozaban de libre facultad para reparar sus murallas (96) y redoblaron a doscientos el número de hombres que trabajaban en las obras (97). (95) ACA, CA, 260.1. (96) Dicho privilegio es de 1357. Copia notarial en .Sima.neas, G. A., 1337. (97) AHCB, Oartas. Francisco Bru a los conselleres. Madrid, 23 de julio de 1632. Responden los conselleres en carta del 30 que era una calumnia lo de haber puesto 200 obreros, y una mentira que el Virrey habia mandado .parar las obras. Pero, entoncés, ¿ por qué añaden que, cuando vio S. A. el privilegio, no volvió a insistir en que pararan los trabajos de las. murallas? Luego, .antes se lo habia advertido. Y ¿por. qué suponer que el Cardenal Infante habia i:pentido por mero ~apricho? ACA, OA, 277.81.~AHCB, Lletres Olas.es, fOls. 189 v.•.190.