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30 E. ZllDJURE HUARTJ<} en lugar de desembarcar en Cadaqués o en otro punto fronterizo, dis– puesto estaba a hacerlo en Barcelona, "por si con esta ocasión pudiese– ser de alguna, para templar la dureza de condición de esos vasallos, el ver arribar a ese puerto la gente que envío, alojándola V. A. en la vecindad de Barcelona" (82). No· nacía la orden real de situar tropas en Cataluña, de animosi– dad alguná contra aquella provincia; más aún, cuando a fines de julio la Junta asesora del Virrey (en que entraron a la sazón el Conde de Oñate, el Marqués de Montenegro, el Marqués de Este y fray Juan de San Agustín, confesor del Cardenal) decidió la conveniencia de trasladar a Cataluña un grueso l;!uerpo de ejército, compuesto de hasta 10.000 infantes y 1.500 caballos, fue el propio Conde-Duque el que, en el Consejo de Estado, dijo que por entonces no debían moverse de Milán los españoles y alemanes viejos, que mandaba el Duque de Feria, sino tenerlos muy en orden y descansados para lo que se ofre– ciere (83}. Y no es que tomaran mejor sesgo las Cortes con el estre– mecimiento que el rumor de las armas produjo en Barcelona (84). Inte– reses de mayor envergadura preocupaban·al Rey y a su primer minis– tro, aunque no descuidaran el problema catalán: prestar ayuda .al Duque de Orleáns y, si fuera preciso, romper la guerra con Francia_ Sólo se esperaba una oportunidad, para la cual debían estar nuestros .soldados más curtidos, Ubres de fatiga y prestos para la lucha (85). Y ¿ quién sabe si tardaría en presentarse? Puesto que el hermano del (82) Conde de Monterrey al Cardenal Infante. Nápoles, 6 de julio de 1632. Simancas, Estado, 2651.-El capitán Alonso de Contreras habla de los seis mil infantes y mil caballos que el Conde de M,onterrey envió a España en 24 galeones. Aunque cayó en su desgracia, no disimula los elogios al Virrey de Nápoles por la generosidad de su alma con los hombres de mérito arrinconados y con todos los desvalidos, y el apoyo que dio a la Monarquía con la recluta de soldados y de dinero. BRAH, vol. 37, pág. 261. (83) Simancas, Estado, 2651. Junta del 29 de julio y parecer del Conde-Duque de 4 de agosto ·de 1632. (84) Símancas, Estado, 2651. Cardenal Infante al Rey: "Esta ciudad está, con bastante myedo como be estos rumores; y todos en jeneral syenten muchisimo la llegada de esta jente". Según carta de Monterrey, el número de infantes era de 4.310 y el de caballos de 723. (85) Simancas, Estado, 2651. Sobre la conveniencia de declarar la guerra a. Francia o de prestar ayuda al Duque de Orleáns. Junta del 4 de agosto, con lar– guísimas discusiones.

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