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28 E. ZUDAIRE HUARTE sensibles· en esta provincia y más temidas''; y la mejora económica de los vegueres, mediante el aumento de ,su salario, a fin de que el cargo sea un estimulo para las personas dignas. Preocupaba sobremanera al Rey y a sus ministros el poder e in– flujo creciente de las Casas de la Ciudad y de la Diputación y la ne– cesidad ineludible, reconocida por las Cortes, de reformar su admi– nistración y frenar sus injustificados dispendios. Hora era de hacer el redl:ezo y de cargar sobre la Diputación gastos como el salario del Virrey, que, por recibirlo de otros reinos, ni siempre llegaba a tiempo ni al montante de las dietas (79). Problema grave el de los disentimientos. En su origen obedecieron a una razón de justicia: el reparo de los agravios cometidos por los ministros del Rey, o por el Rey mismo. Pero lo que se instituyó para cauce de la justicia legal y distributiva, había degenerado en cisterna de pasioncillas y ambiciones personales. Cuando alguien pretendía un cargo o ambicionaba una merced, "guardaba para el tiempo de las Cortes el poner disentimiento para, con extorsión y por vía de opre– sión, sacar lo que no se le debía". Nombrar jueces de disentimientos, nunca fue ·de utilidad, porque o los retiraban apenas se les encau– saban por ellos o se salían "con evasiones frívolas". De ahí que Fe– lipe IV intentara limitar el plazo de treinta días señalado por el Con– sejo de Aragón, a sólo veinte, contaderos desde la apertura de .las Cortes, los en que se pudieran presentar (80). Y como .reconocía la dificultad de introducir novedad semejante y la de evitar sin enojo (79) El sueldo del Virrey de Cataluña estaba consignado en la Bailía Ge– neral de Valencia. ACA, CA, 275.55: Consulta del 19 de octubre de 1627. Y sobre ella se cargaron los sueldos del Virrey y los del Duque de cardona, mientras estuvo asistiendo, por orden de Su Majestad, al Cardenal Infante, "atento que en aquel Principado no hay forma de 'poderle consignar su salario y estar nues– tra Thesauraria General exausta". Constaba dicho sueldo {el del Virrey) de 2.000 ducados de salarió base, más 1.020 por la quitación de un capitán y 30 alabar– deros para su guarda. ACA, OA, 278.12: Consulta del 8 de junio de 1632.-Sobre los atrasos en las pagas e insuficiencia de las mismas, indicaremos que el consejo de Arag6n estableció el 29 de mayo de 1623 las que se debían al Virrey sent1s desde el 22 de septiembre de 1622. ACA, OA, 272.56.-El Duque de cardona pe– dirá insistentemente el retiro, porque con el cargo virreinal se habrá reducido su hacienda a pobreza y miseria. (80) Simancas, Estado, 2651. A 21 de junio aprueba el. Consejo de Aragón. con grandes elogios, la minuta de instruc'ciones para el Cardenal Infante, redac– tada por el Protonotario. Añade a ella, y lo pasa luego a la Instrucción, que e! Cardenal debe procurar JK> prodigar ]as mercedes, "mientras no se sacase cosa