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18 E, ZUDA]RE HUARTE satisfacción en lo que fuera justo, por la fineza con que Barcelona le había servido; y que debía resolver sin tardanza, previa consulta de sus asesores y de la Ciudad, la etiqueta qué había de guardarse en su presencia. Acordóse en la Junta del Cardenal Infante que el Duque de Car-' dona asistiera descubierto al juramento, juzgando obviar así todo inconveniente, puesto que los conselleres no podían proceder con más prerrogativas que aquel Grande de España; y se les comunicó, de parte de S. A., que con ellos se guardaría lo acostumbrado en los actos públicos de juramento y de solio, por lo mucho que deseaba S. A. fa– vorecer y honrar a la ciudad de Barcelona; pero que en el acto del juramento, él no pensaba sentarse. Y que en los actos privados, en que deseaban asimismo ser tratados como Grandes, no le incumbía a él dispensar ni alterar la costumbre establecida (47). Al siguiente día del juramento expidió Bernardo Sala, Conseller en cap, con las luces del alba, una carta de reo en capilla que clama por su liberación. Suplicaba a J. Lorenzo Villanueva, por lo más que– rido, que les salvara del trance en que, sin aguardar dos horas, lei: pondría el Consejo de Ciento. "Puedo jurar con verdad que en mi V:ida he tenido tan mal rato como de ayer tarde acá. He passado la noche sin dormir, sea Dios loado. ·Ha sido tan mal recibida la acción de ayer de no mandarnos S. A. cubrir, que ,pienso esta mañana nos han de quemar, que según el tumulto de ayer, debe de estar la hoguera medio encendida. No veo forma cómo dilatar el dar razón al Consejo de Ciento". Buena razón de estado podría ser que un ministro del Rey u otra persona delegada diera excusas y prometiera a los jurados de dicho Consejo que en la visita de cortesía al Virrey se les cumplirían sus deseos (48) . El Conde de Oñate, viendo tan ruda porfía, escribió al Rey, la tarde misma del juramento, que declarase su voluntad: en la conce– sión, temían los ministros por la soberbia que cobraría Barcelona y (47) ACA, CA, 260.1. Despacho del Rey. "En Montserrate, a 20 de mayo de 1632. Al ,Serenissimo Infante Cardenal, mi hermano". (48) Ibíd. Bernat Sala al secretario Juan Lorenzo Villanueva. Barcelona, 27 de mayo de 1632. Sello de papel. Bofarun culpa erróneamente al Protonotario por confundirle con J. Lorenzo Villanueva. Bofarull y Broca: Historia crítica... de Oathalunya, 1906-1909, vol. 24, pág. 285.
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