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14 E. ZUDAlRE HtJARTE ' . . ( rumores de la Cort;e,.los procuradoresc•barceloneses habían desdeñado al Conde.;r>uqué/ porque ellos no querían tratar sino con el Rey; su Conde; y desazonaron a su Conde y Rey, porque se negaron a reme-' diarle en su indigencia. Si poderosa fUe la razón de salud ei año de 1626, por los calores, primaverales, irrebatible parecía en este· de 1632, después de haber estado el Rey con las ansias de la muerte, sin esperanza. de resurrec.: ción -(35). Y si delicada pudo .parecer la situación internacional enton.: ces, por grave podía tenerse al reanudar las Cortes. Sólo la voluntad que Felipe IV mostraba de concluirlas. y de acallar las voces de los catalanes fue bastante a movilizarle cori' todos sus palaciegos, cuando tan poco había· faltado para que esta.ll~ ra un conflicto bélico. Si el Consejo de Cstilla y la.Junta de comisarios no llegaron a provoqarlo,. tras el degüello de un tercio de alemanes por el francés, no fue por– falta de motivo, sino de medios con que hacerlo valer (36). Tanto se hal;lía acentuado la amenaza exterior, que el Conde-Duque no vaciló en escribir al ·Conde de la Puebla que se podía tener por cierto, en· el estado en que se hallaba la hacienda real y los empeños de afuera; que la Monarquía española caía de golpe y que Su Majestad tenía aventurado el trono (87). El 18 de mayo se hizo la habilitación. El 1_9 salieron de Barcelona. hacia Montserrat el Monarca y parte de su Corte, acompañados del Cardenal Infante, que regresó a poco, para jurar su ~rgo virreinal el 26. Quedaban como asesores más inmediatos el Duque de Cardona,. el Conde de Oñate y el Marqués de Este, más los dos tratadores que. actuaron el año 1626: los MarqueJ:1es de Heliche y el de Leganés. El Duque de Cardona, por su prestigio en Cataluña, y el de Oñate, por (35) Huine, Martin: La Owte de Felipe IV. Barcelona, 1949, págs. 117-121. (36) Simancas; EBtado, 2650: Consulta del 29 de enero de 163~. Escribia Mr. de Barrault a Mr. de Bouthillier, canciller real y secretario de Estado, que en. seis meses de dura brega, apenas se había logrado alistar algunós pocos soldados. de Castilla.,.Comisionados de levas, como el condestable, se sacudieron el empeñ.o con fútiles pretextos. La esperanza venia a recaer sobre la Corona de AragólÍ~ AA.E, Oorr. Poiitique, E(S(J}ágrw, vot 16, fol. 327; Carta del 29 de junio de 1632- (37) Maranchón, ~8 de mayo de 1632. La.menta Olivares la pérdida de 600.00<r ducados ·por el naufragio de la flota, "sin que de ninguna manera tenga de dónde suplirlo de otra parte, para satisfacer lo que está consignado". Documentos e8cO– gidos del Archivo de la 0Ma de Albá, Mádrid, 1891, pág. 475.