BCCCAP00000000000000000001070

ANALISIS DE LA REBELION DE TUPAC AMARU 75 destinado al colegio de escolapios de Getafe; Miguel Bastidas, que pasó con su mujer y un hijo a Daroca; Juan Bautista Tupac Amaru, desti– nado a los presidios de Africa. A su regreso a Buenos Aires escribió, en honor de la recién estrenada independencia americana, unas Memo– rias ferozmente denigrativas de la administración española. Lentamente se fue serenando la violenta marejada levantada por los Tupac Amaru; se instauraron las intendencias, se suprimieron las ofi– cinas de aduanas instituidas por Areche; se estableció en Cuzco una real audiencia (año 1787); y, a favor de la nueva orientación política y económica y contra la corriente hispana que rebrota en la población india (lo prueba el mismo fracaso de Mateo Pumacahua en 1814), se fue reafirmando el grupo criollo en su conciencia de clase y en sus pujos emancipadores, que Areche y Mata Linares creyeron sorprender en los movimientos de protesta del año 1780, desde Arequipa a Tinta. Se formó causa a criollos ilustres, como el obispo Moscoso, que coronó su defensa con la mitra arzobispal de Granada; contra los hermanos Ugarte, el escribano José Palacios y el abogado Julián Capetillo, que salieron absueltos y en parte indemnizados. Un fray Juan de Alcedo, religioso agustino, tiene la osadía de entre– gar en propias manos al virrey Teodoro de Croix, sucesor de Agustín de Jáuregui, cierta «P.cotesta de amor tierno, fidelidad y vasallaje a el Catholico Monarca de España», con la recomendación insistente de que lo ·leyera, por lo que podía importarle su contenido. Consecuencia: el religioso agustino. fue expedido en el navío de guerra San Pedro de Alcántara, con partida de registro, como reo vulgar, porque su escrito, que recibió el virrey como poema heroico, se destemplaba en una sáti– ra violenta contra las disposiciones y ministros del gobierno metro– politano (145). Al recibir su nombramiento de intendente general del Cuzco y pro– vincia, había advertido Mata Linares al secretario de Indias, marqués de Sonora: «En estos países se batalla con los corazones y sólo a fuerza de constancia se consigue algo. V. E. no ignora que este corazón no es nuestro; que la rebelión ha fomentado mucho sus espíritus, agi– tados en el día cautelosamente con que se va a subyugarlos cargán– dolos de infinitas contribuciones, ideas que los mantienen en más odio (145) Teodoro de Croix a José de Gálvez, Lima, 19 de diciembre de 1784: AGI, Lima, 666.