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ANALISIS DE LA REBELION DE TUPAC AMARU 39 visitar Areche (5 de marzo de 1781) habían consignado algunas causa~ acef'tables los que se la dictaron. Tampoco le sirvió como pretexto de su rebelión sentirse obligado ,.por su linaje incaico a defender a sus paisanos oprimidos, puesto que estaba por .declararse (objeta Mata Linares) su pretendida prosapia incaica; nmgún bien nacido podía tole– rar que se proclamara soberano de las Indias y rey y señor de los do– minios americanos. Se me figura muy poco honrado negar la autenticidad tupamarista al borrador que, al cachearle, sorprendieron en los bolsillos de José Gabriel Condorcanqui y que se ha dado en llamar «bando de la coro– nación»: Don J oseph Primero, por la Gracia de Dios, Inca, Rey del Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y continentes de los mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y de las Amazonas con dominio en el Gran Paitití, Comisario distribuidor de la Piedad Divina, poderdario sin par, etc... Por cuanto es acordado por el mi Consejo de Junta prolija por repetidas ocasiones, ya secretas, ya públicas, que los Reyes de Cas– tilla me han tenido usurpada la Corona y Dominio de mis gentes cerca de tres siglos, pensionándome los vasallos con insoportables gabelas... virreyes, audiencias, corregidores y demás ministros, todos iguales en la tiranía... estropeando como bestias a los naturales del reino... En el nombre de Dios Todopoderoso ordenamos y manda– mos que ninguna de las pensiones dichas se pague, ni se obedezca en cosa alguna a los Ministros Europeos intrusos ... (pagándole) el Tributo y Quinto a su Rey y Señor natural y esto con la modera– ción que se hará saber con las demás Leyes de observar y guardar; y para el más pronto remedio y guarda de todo lo expresado, man– do se reitere y publique la Jura hecha de mi Real CorQlllra... y remi– tiéndonos la Jura hecha con razón de cuanto conduzca. Hecho en tantos Días de tal Mes y Año (62). Cuando le presentó Mata Linares dicho borrador, repuso José Ga– briel que ni siquiera lo había leído, aunque tenía noticia sustancial por su mujer, Micaela Bastidas, de que corría tal papel, hallado entre los despojos de un indio, alcalde ,que fue de Marcapata; barruntada por la letra que lo había escrito un tal Iquiño, español de la dicha Mar– capata, «de pelo rubio y ojos azules y que anduvo con el confesante en una mula blanca». Extraño humor del cacique de Tungasuca. (62) Autos seguidos contra José Gabriel Tupac Amaro: AGI, Cuzco, 33, fol. 154. Se publica íntegro en Don Agustín de Jáuregui y Aldecoa, virrey del Perú, por E. Zudaire Huarte.