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28 EULOGIO ZUDAIRE HUARTE acorrala a unos cientos de voluntarios (españoles peninsulares, criollos y naturales) en la iglesia parroquial de Sangarará, en la que, contra el parecer del corregidor Tiburcio de Landa, se habían refugiado durante la noche. Grave error táctico, porque la desesperada acción defensiva, reducida al contraataque por las ventanas, quedó anulada al desplo– marse el techo por el fuego que prendieron los asaltantes con lluvia de tizones. Según testimonios que recoge el virrey don Agustín de Jáu– regui y Aldecoa, apenas se salvaron trece o catorce personas de las huestes desgobernadas por los corregidores de Quispicanchi, Femado Cabrera, y de Paucartambo, Tiburcio de Landa (33). - A partir de aquel triunfo se intensifican sus invectivas contra los malévolos europeos, contra los rebeldes chapetones, «nuestros enemi– gos», contra sus malas introducciones fiscales y contra «tanto ladrón zángano que nos roba la miel de nuestros panales». Sus ataques contra los «señores europeos» y las alcabalas, aduanas y otros gravámenes (ni se mencionan las mitas ni los repartimientos) contrastan netamente con sus reiteradas invitaciones a los españoles americanos o criollos, «sus compatriotas», cuya adversa participación en Sangarará lamenta profundamente, porque su único deseo era que españoles criollos, in– dios, mestizos y zambos vivieran en buena armonía, «am~ndose los unos a los otros». «Sólo siento de mis paisanos criollos, a quienes ha sido mi ánimo no se les siga ningún perjuicio, sino que vivamos como her– manos y congregados en acuerdo» (34). Se complementa el edicto pre– cedente con el que dirigió a los «paisanos criollos, moradores de la provincia de Chichas» y que Manuel Odriozola fecha a 23 de diciembre (33) Agustín de Jáuregui al rey, Lima, 21 de diciembre de 1780: AGI, Lima, 659. Había informado al virrey la junta de guerra del Cuzco en cartas anejas, de 22 de noviembre y de 2 de diciembre. Otras versiones del infausto acontecimiento, en cartas de Bartolomé de Castañeda, vecino del Cuzco, militante a las órdenes de Cabre– ra, ibíd., «Quaderno Segundo» de los autos contra J. G. Tupac Amaru. Del propio Tupac, Tungasuca, 21 de noviembre, a su primo Bernardo Sucacahua, cacique de Lampa, y de Eugenio Canatupa Sinanyuca, Coporaque, 22 de noviembre, ibíd., «Qua– derno Tercero». Más amplio informe por el capellán de la tropa de F. Cabrera, don Juan de Mollinedo, Cuzco, 12 de noviembre de 1780: AGI, Lima, 659, «Quaderno Segundo», fols. 32-35v. Areche a J. Gálvez, Lima, 22 de diciembre de 1780: AGI, Lima, 1084, oficio núm. 249. Calcula José Gabriel Tupac que en la accion de San– gara.1"á murieron «más de seiscientas personas de la mayor distinción; los más, chapetones, enemigos nuestros ... En lo mismo han de venir a parar los que fuesen de los chapetones, aunque sean paisanos». (34) «Hago saber a los paysanos criollos, moradores de la Ciudad del Cuzco...», Tungasuca, 20 de noviembre de 1780. Proclama destinada solamente a esta clase so– cial, como lamento por lo ocurrido en Sangarará y. advertencia para el futuro.

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