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20 EULOGIO ZUDAIRE HUARTE Caciques de la provincip. de Tinta habían introducido en la real audiencia de Lima, por delegaciór¡ien el de Tungasuca, solicitud de exen– ción de sus ayllus en el servicio mitayo de Potosí. Desde las ordenan– zas del virrey Toledo tenían que desplazarse indios de aquella jurisdic– ción a fuer de asalariados forzosos para el laboreo en las minas argen– tiferas del famoso cerro. Duraba el servicio seis meses, que prestaban 15 individuos sorteados entre la séptima parte de la población a la que correspondiera por año. Ninguna otra provincia tenía que soportar las penalidades de 200 legi¡is de ruta. Areche no duda en calificar la mita en general como uno de los males que era preciso eliminar inmediata– mente si se deseaba conservar la población con sus aptitudes y promo– verla al grado de civilización europea, En su informe al superior gobierno, como respuesta a la demanda presentada por José Gabriel, dictamina sobre la justicia de su petición y propone a la real audiencia de Lima que se haga un recurso al ministerio de Indias; entre tanto, que se prevenga al superintentente de las minas de Potosí, dfl). Jorge Escobedo y Alarcón, procure la defensa de los mitayos en el cobro de sus haberes y en el buen trato que deben dispensarles los wineros (beneficiadores de las minas) y que estudie al tiempo la posible solución · de los mitayos de la provincia de Canas y Canchis. Al cacique delegado José Gabriel, pues no trae la solicitud en forma, que regrese a su tierra ínterin se tomaba una resolución (13). Parece que no vuelve a suscitarse el tema hasta la fase revolucio– naria. Y aun entonces tampoco se incluye en los edictos y soflamas a provincias y ciudades. Se hace referencia nada insistente en carta de José Gabriel de 26 de enero de 1781 .al canónigo de La Paz don José Paredes: «Y últimamente, la Mita del Potosí, tan perjudicial que nunca los indios volvían a sus pueblos.» Con alguna mayor intención trata de refrescar en el visitador Areche la memoria de sus re<;ursos fallidos por la indiferencia de los tribunales competentes; actitud inexplicable en causa tan justa, puesto que era hecho comprobado que, al mes de regresar_a su )logar aquellos mitayos, «rendían la vida con vómito de sangre» (14). .. (13) Comisión de los caciques Ramón Moscoso, de Yanaoca, y Tomás de Soto, de Chicuayque, al de Pampamarca, Tungasuca y Surimana, José Gabriel Tupac Ama– ro; Cuzco, 4 de octubre de 1774. Dictamen del visitador Areche; Lima, 23 de sep– tiembre de 1777. Nueva instancia de José Gabriel, Lima, 18 de diciembre de 1777: AGI, Lima, 9'!_6; y B. N. Lima, mss. 0017, s/CDIP, II-2, págs. 38, 82, 87. El doc. de Areche, AGI, Lima, 996, copia rubricada por el visitador. (14) José Gabriel a José Paredes; Chuquibamba, 26 de enero de 1781, en Mel-

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