BCCCAP00000000000000000001052

Cursillo Sacerdotal sobre los Ejercicios Espirituales de S. Ignacio celebrado en Estella los días 2 al fi de Agosto Gran acierto de la Junta de Predicación fué el de transformar ·este año la asamblea de predicadores en un cursillo sobre Ejercicios espirituales. Es un hecho que va aumentando. de año en año el número de tandas de Ejercicios dirigidod por nuestros Padres; por otra parte ahora se nos van abriendo las casas de . Ejercicios y nosotros mismos vemos la necesidad de echar mano de este gran recurso de apostolado tan recomendado por los Papas y de eficacia tan manifiesta para la reforma espiritual de los fieles. Pero si las casas de Ejetcicios, depen– dientes de organizaciones diocesanas, nos han de abrir sus puertas, necesitamos garantizar nuestra capacitación con una formación seria teórica y práctica. La iniciativa fundamental a este respecto, muy de alabar, es la adoptada por los Padres que en número consolador van practicando loB Eiercicios de treinta días. Y el complemento necesario son los cursillos de Ejercicios, que ya en años an– teriores habían ido frecuentando algunos de nuestros Padres. y que ahora se hall hecho accesibles a todos organizándolos en nuestra misma Provincia. Cuantos han asistido al cursillo de Estella son testigos del fruto incalcula– ble que semejantes jornadas están llamadas a producir, no sólo mirando a la finalidad directa de la dirección de Ejercicios, sino en todos los aspectos de la vitalidad sacerdotal de la ·Provincia. Fueron cuatro días avaramente aprovechados, de intensa labor receptiva y activa: nueve lecciones y cuatro círculos de estudio a cargo del presbítero don Angel Suquía, Director de la Casa Diocesana <<Nuestra Señora de la Almudena» de Madrid, prestigiosa figura sacerdotal, que se impone por su amplio saber teológico y pastoral y por una más amplia experiencia apostólica, que no guarda proporción con sus pocos años: más de trescientas cincuenta tandas de Ejercicios y multitud de cursillos sobre la materia; y se impone también por su gran es– píritu de comprensión, flexible y suave, una superabundancia sacerdotal que se eontagia y cautiva.. · Han sido jornadas de estrecha convivencia, de que el mismo don Angel. ha confesado haber salido grandemente beneficiado. Hijo de san Francisco él tam– . bién, como terci1.i,rio, ha estado entre nosotros como uno de tantos, prodigándose en un afán de comunidad sacerdotal vivamente sentida. El resto del programa lo llenaron las cuatro ponencias presentadas por otro,; ta!ltos cursillistas y los cambios de impresiones, excesivamente breves para tanto como se hubiera querido decir y consultar. Y todo eRto en un ambiente de espiritualidad sacerdotal y capuchina, con los Maitines a media noche, en los que participó el mismo profesor; .de} cursillo, con las meditaciones sacerdotales de la rrlañana, que fueron dirigidas por los Padres Di<Jgo de Alzo, Ildefonso de Bilbao y Gabriel de Lezáun, con la lectur.a apropiada en el refectorio y una función eucarística todas las tardes. Y, éomo no podía me– nos de ser en semejante atmósfera, Dios ha bendecido el cursillo... Merece gratitud pax·ticular el R. P. Guardián del convento. de Estella por el esmero ilimitado en atender caritativamente a los cursillistas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz