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-30 - Algunas meditaciones.-Al exponer el «principio y fundamento» se puedt– rartir de la inclinación de la mujer a amar, a b'Jscar descanso en un corar.ón, para presentar a Dios como centro del amor: amor de Dios desde la etenúlad, predilección en la creación, etc. Insistir en este pensamiento: eres de Dios, no te perteneces, que impresiona mucho al corazón de la mujer. La meditación de los pecados proJ)ios puede consistir en una especie de reeo– nido de todos los pecados más comunes en una joven. Su complemento natural es la meditación del infierno, en la cual es· eficaz ir contraponiendo al deleih • ele cada sentido su tormento correspondiente. En la de la muerte se sacará corno fruto la vanidad de la vida, el desa¡ieg·o de las pi·opias vanidades. La gradación en los motivos para aborrecer el peeado es bien clara: si no por amor ( Dios ofendido), ni por temor ( el infierno), al rneuo,; por necesidad (la muerte). · Al final de la primera semana, en vez del hijo pródigo, es mejor escoger para fa meditación de la contrición alguna de las escenas femeninas del Evangelio: ia Samaritana, la Magdalena; y aun se puede sustiLür la meditación del rey temporal por la consideración de la vida de la Magdalena después de su c0n– Yersión. La pai-ábola del «1·ey temporal» no encaja en la psicología femenimi.. Se hu de insistir en la santificación de la vida familiar, la vida de casa, en las meditacio1:es de la vida oculta de Cristo; presentarles como modelo a la Vir– gen Santísima, sobre todo como modelo de pureza; ser virgen para ser· mad"e, como lo hizo la Afadre de Dios. Se suprimen las meditaciones de las dos banderas, tres birarios y tres ma · neras de humildad. Y se da mucha al misterio de la cruz, haciéndoles ver cómo ,,n el sufrir por aPJOl' felicidad, cómo en el sufrimiento se halla a ,Jesú~. Y partiendo de aquí llegar a] segundo grado en el. deseo de una vida santa: aunque Po hubiera. ni cielo, no es s·1ficiente ver quién es Jesús? Es consiclerad'iñ de 1:·,uchci <1e3pués las meditaciones de la segunda y tercera semana. SESION DE CLAC:SURA (Día 6 por la tarde) Habla primero el R. P. Gabriel de Le·[Úun, Presidente efectivo del Cursillc, para ponderar los buenos resultados de estA 1 eunión; nos habíamos reunido p.1rn aprender, y hemos conseguido ampliamente nuestro objeto. No se trata de su– plantar nuesb·0 apostolado tradicional, sino de completarlo y extender.lo . Da lectura al resultado de la encuesta heciu entre los cursillistas, que ~e había hecho el día anterior en la forma sig 1ier,te: 1) ¿ Qué deficiencias ha observado er. la organización y en la marcha ,lel cursillo? 2) ¿ Qué conclusiones propone como fruto del mismo? :3) ¿ Qué plan se le ofrece para un cursillo o un ciclo de cursillos futuros? Las respuestas ponen de manifiesto el gran interés con que todos han ~e– guido el cursillo y la satisfaceión general por el resultado. Explica el P. Gabriel el por qué de algunas de las deficiencias ap1ntadas y toma nota de las que merecen tenerse e:ncuenta para otros cursillos. Entre las conclusiones son de importancia las ~iguientes: l.ª) Dotar nuestras biblioteca» de los mejores comentarios sobre los Ejercicios de San Ignacio. 2.ª) Organizar c;ll la Provincia la preparación de tandas de ejercitantes, manteniendo sobre tulle, contacto con las Casas de Vito1'ia, San Sebastián y Bilbao, de forma que en cada cónvento sepan cuándo hay tand,:i., dirigidas por nuestros Padres y hacer la ne– cesaria propaganda. 3.ª) Dar en el Boletín y a poder ser en folleto aparte Uila amplia información de este cursilb. 4.') Seguir celebrando las asambleas de ]Jl'e– dicadores en forma de cursillos. fí.ª) Que se dé cada tres años en el Colegie> de Teología un -cursillo sobre Ejercicios Espirituales a los est 1diantes. 6.ª) Que ,;e especialicen dos o tres Padres en esta materia. Resume luego los planes que han sido propuestos y cede la palabra al Se– cretario del Cursillo, P. Lázaro de Aspurz, quien expone el proyecto que se somete a la aprobación del M. R. P. Provincial y es el siguiente:

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