BCCCAP00000000000000000001051

EURIOPA POSTRIDENTINA 229 Nápoles experiment6 un desarrollo similar; también crecieron no– tablemente Venecia y Milán; no tanto el resto de Italia. Francia era al finalizar el siglo la primera potencia demográfica de Europa ; los Países Bajos siguieron la marcha ascendente que correspondía a su prosperidad comercial e industrial ; las islas británicas, poco pobia- . das todavía, se hallaban en el período de desarrollo urbano, a ritmo acel,erado; el centro y este de Europa iba más a la zaga. Rusia, finalmente, pudo lanzarse a la expansión territorial y a la coloni– zaci6n en gran escala me!'ced a un crecimiento inesperado de su población escasa hasta entonces: los 430.000 km 2 de soberanía del reinado de Iván III se habían convertido en 5.400.000 km" a fines del siglo xvr. Muy al contrario, el siglo XVII y la primera mitad del XVIII se caracterizan por una crisis general, que no solamente detiene el desarrollo demográfico europeo, sino que provoca positivos descensos. En este hecho influyeron factores de muy diversa índole. Y pdme– ramente la catástrofe de la guerra de Treinta Años, que asol6 gran– des zonas de la Europa central; hubo r,egiones como Pomerania, Mecklenburgo, el Palatinado, Wurtenberg y Silesia, cuyas pérdidas alcanzaron el 66 % de la población ; en los demás estados teatro de la contienda hubo un descenso de un 50 % . El siglo XVII, en segundo lugar, fue el de las grandes epidemias de la edad moderna : se enumeran más de diez ,en la primera mitad del si,glo, la mayor parte en la zona mediterránea ; fueron particu1armente mortíferas la de 1609, que se cebó en Cataluña, sur de Francia, Saboya y Piamonte ; la de 1629-3 I, que se extendió por la mayor parte de España, sur de Francia y norte de Italia, y las sucesivas oleadas de 1648 a 1654 en España, parte de Francia, Génova e Italia meridional. Otro hecho importante de índole climatológica: la reducción de la productividad agrícola ,a causa del descenso de temperatura que pa– deció Europa desde fines del siglo XVI ; hubo inviernos particular– mente catastróficos, como el de 1709, origen de grandes carestías ; la historia habla de ocho períodos de hambre más o menos general en el continente: 1590-1602, 1606-1609, 163901644, 1663-64, 1672-1677, 1691-1703, 1709-1716, 1740-1750. Aún habría que añadir factores sociales de importancia, diferentes en cada país, como la emigración y desocupaci6n de un gran sector de la población española por pre– ocupaciones de hidalguía.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz