BCCCAP00000000000000000001051

212 LÁZARO DE ASPURZ Iglesia y, en general, contra la Iglesia. Pero ella ha seguido su tra– yectoria y ha terminado venciendo, enriquecida con lo que cada una de esas crisis contenía de auténtico avance hacia una interpretación más genuina del reino de Dios. Así han quedado atrás en cuatro si– glos muchas categorías mentales y muchas estructuras que no en– carnaban el Evangelio o respondían a moldes sociales históricamente superados. Resulta aleccionador observar las fases de evolución que han ido conociendo cada uno de esos movimientos desviados, que se originaron en las diferentes crisis de nuestra sociedad cristiana. Sirviéndonos del procedimiento de los idealistas alemanes - tesis, antítesis, síntesis-, podríamos establecer casi una ley vital en el proceso de cada etapa de la crisis general del suojetivismo : un primer rompimiento radical y doloroso, una segunda etapa de disgregación mientras la Iglesia re– fuerza su sistema doctrinal, finalmente un epílogo de depuración cuando ya la Iglesia, aleccionada por la historia, se ha colocado más allá de la crisis, purificada también y enriquecida. Una descripción esquemática dará idea de lo dicho. A) Revoluci6n humanista: r) humanismo paganizante y procaz (Valla, Boccaccio, Beccadelli) ; 2) humanismo cristiano antiescolástico (Nicolás de Cusa, Pico de la Mirándola, Erasmo, Vives); 3) humanismo católico (escolásticos españoles, «evangé– licos» italianos, Contarini, Seripando... , teología pos– tridentina). B) Revoluci6n religiosa: r) etapa de negación y de rebeldía (Lutero, Zwinglio, Calvino, cisma anglicano) ; 2) etapa de disgregación interna (sectas menores en el s. xvr: mennonitas, socinianos, puritanos ... ; Iglesias de inspiraci6n en el s. XVII : cuáqueros, bautistas, ar– minianos; Iglesias de evangelizaci6n en el s. XVIII: hermanos moravos, metodistas, unitarios, episcopalia– nos; Iglesias bíblicas y milenaristas en el s. XIX y ,GX:

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz