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i.3 :Más, y a pesar de elÍo, en modo alguno puede negarse la'evidente diferencia entre éste y los anteriores Pontífices. Es la Acción Católica la que ocupa en él el lugar de la Orden Tercera, pasando ésta a ser, si no un<;1 de tantas aso– ciaciones en la Iglesia, sí a lo menos ·de carácter secundario. Pío XII Con Pío XII la Orde11 Tercera crece en importancia. No pretendemos compararlo con León XIII, Pío X y Benedicto XV. Sería ridículo. Mas, por otra parte, ha hablado de ella en más ocasiones. Tres son las más solemnes: una alocución el 20 de septiembre de 1945; una carta sobre la Orden Tercera en 1952 con ocasión de su quinquagésimo año de inscripción en ella, y finalmente un discurso a los terciarios francis– canos de Italia, el 1 de julio de 1956, en el que reafirma de nuevo que el mundo tiene necesidad de la visión franciscana de la vida. Documentos preciosos, como todos los del actual Romano Pontífice. En el último sobre todo brilla el deseo del Papa de una mayor vivencia de la Orden Tercera. Si con la guerra ha sufrido menoscabo, resplandezca de nuevo como en sus me:ores tiempos. Es inmensa su historia. Sus héroes, sus santos, son innumerables. Pero Pío XU está preocupado. Y prosigue: «Pedimos al Señor que el esplendor de tantas glorias vuestr-as no os ofusque, que la confianza de la Iglesia en vosotros no sea vana)). «Si ciertos males, dice en otra ocasión, no los cura la Orden Tercera, no los curará nadie)), ·«En el momento actual ... la plegaria, el ejemplo y el celo de todos los hijos del glorioso san Francisco están destinados a preparar ima consoladora renovación de la vida cristiana)). II.-LA ORDEN TERCERA EN LAS CONSTITUCIONES CAPUCHINAS, EN LOS PP. GENERALES Y EN EL CONGRESO DE APOSTOLADO DE 1948 Pasemos de los _Romanos Pontífices a nuestra Orden. Tres aspectos que– remos estudiar. Prescindimos de la práctica. ¿Han hablado y recomendado nuestras Constituciones a través de su historia la Orden Tercera? ¿Han orien– tado los Superiores Generales a los religiosos en este aspecto? ¿Qué lugar ocupó en el moderno Congreso de Apostolado? Las Constitucionés Y una afirmación sorprendente precisa subrayar. Hasta 1909, las siete redacciones de las Constituciones prescinden de la Orden Tercera; Un silencio solemne Se cierne sobre ella. Es verdad que cuatro de sus redacciones se hicieron muy. poco después de fundada la nueva familia capuchina, y no es extraño c¡ue en tan especiales circunstancias la silenciaran. Y las tres restantes. se redactaron en la primera mitad del siglo XVII (la última en 164,3). Las de 1909 exhortan a los relígiosos a que difundan la institución y hable,n de su dignidad y de su eficacia para la reforma de las costumbres y para llevar vida espiritual (art. 184). ·