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. .. Su espíritu es necesario para nuestros tie_11pos. «Como su espíritu es pler:;a y eminentemente cristiano y apro• , piado a todos los lugares y a toé.os los tiempos, nadie puede dudar que la institución franciscana -=io preste .grandes servicios en nuestra época». «Estamos persuadidos de que la institución de san Francisco, si se guardan bien los deberes q.1e· impone, tiene fuerza para remediar los grandes males en que la sociedad se encuentra hoy sumergida». La Orden Tercera debe salvar a todos. A un congreso de terciarios dice: «La Orden Tercera es pa.ra la multitud. Hablad, hablad con celo al pueblo que se mantenga lejos del espíritu del siglo y que se acerque siempre más a Dios por la práctica de la vida francis• cana, y en ella encontrará u pureza de la fe, la honestidad de costumbres, el honor de la familia, la ·paz y la salud. Si el pueblo es dócil, tanto mejor; mas la Orden Tercera está hecha· para todos (para pequeños y para mayores) y debe salvar- a todos. San Fran– cisco. por medio de ella reno..-ó y salvó a su siglo, y por medio de esta Orden Tercera es necesario que se salve el nuestro, que tanto se asemeja a aquél», León XIII encuentra en ella el sostén de la Iglesia: «Yo quiero encontrar en la Orden Tercera un sostén vigilante y fuerte que me ayude a ddender los derechos de la Iglesia y a procurar la reforma social». «Cuando hablo de reforma s:icial me refforo especialmente a la Tercera Orden de san Francisc:i». · · «Nos confiamos mucho en la Tercera Orden para la restauración del espíritu cristiano». «Ahora la Tercera Orde:i es el mejor medio de lucha para mantener cristiana la sociedi;d». «Estoy íntimamente convencido de que en nuestro siglo, la Orden Tercera es el ·remedio más eficaz para guardarlo de los males presentes y el mejor medio para Uevar al mundo a la ver– dadera y sólida práctica del evangelio,,, «Yo hablo en todas partes de este argumento. Estoy plenamente convencido de que por medio de ella y por la difusión del espíritu de san Francisco nosotros salvaremos al mundo,,. Promover el bienestar y el incremento de la Orden Tercera es promover eficazmente una 0hra de grandísima utilidad religiosa, moral y civil». «Llevo doce años repitiendo que la Tercera Orden de san Fran- cisco vuelva a su primitiva tradición». · «En nuestros días, la sc-ciedad está atormentada de males se– mejantes a aquellos que ~a desolaron en el siglo XIII, y la potencia creadora de san Francisco no ha perdido un punto de la eficacia que tenía en su origen,,, «Cuanto con mayor diligl')ncia y cuidado se propague la Orden Tercera y con cuanta mayor fidelidad y exactitud se observe la Regla, tanto más fácilmente s:o propagará el reino de Dios y se destruirá el de Satanás». Habrán podido parecer largas las citas. No lo creemos. Son tan expresivas e indican tan plenamente .hasta dónde había calado en el corazón y en la in– teligencia del gran Papa actual la institueión franciscana, que di:fícilmente contarán frases parecidas otras similares. Por eso, aun cuando otros Romanos P,Jntífices la hayan elogiado y se ha– yan preocupado de difundirla entre los cristianos, muy justamente se llama