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FRAY FRANCISCO 'DE PAMPLONA respecto del último se contentaban con proponer que ·se ·obligase a los misioneros a dejar en la Secretaría del Consejo los despacho~ que traían de Roma y les fuesen susúuídos por otros en nombre del rey. Felipe IV, como estaba previsto, dió su aprobación a este se– gundo dictam:.:n (25); El día 22 de diciembre podía comunicar fray Francisco al :::ar-. denal Albornoz y a monseñor Ingoli el éxito feliz del negocio ~26). En la carta dirig(da, al primero reconocía la parte principal que correspondía al cardenal: «Esta es misión de vuestra Eminencia» ; y de paso le aseguraba de lo bien dispuesto que quedaba para con él el primer ministro don Luis de Haro por el celo que desplegaba en Roma promoviendo los inter,eses de España : «Por estar su Ma– jestad en Aranjuez no remito a vuestra Em;nencia carta dd señor don Luis de Haro, en agradecimiento de lo que vuestra Eminencia hace el derecho de sn Majestad. Yo, como reconocido a vuestra Eminencia, he querido decir lo que sé y he visto y que lo sepa quien debe el reconocimiento.>) No se le ocultaba a fray Frandsco hasta dónde podía resultar peligrosa para el cardenal la postura adoptada para con los designios de la Propaganda.. T?mbién veía que una cpmuni.cación demasiado frecuente con Roma, a espaldas del Consejo, podría acarrear contratiempos a la buena marcha de las expediciones, no sólo por los rece1os que po– dría despertar, sino también por la lenúud que esto suponía. En consecuencia suplicaba se diese delegación al nuncio o al arzobispo de Sevilla para que en casos urgentes se excusara el recurso a Roma. Lo había propuesto ya durante su estanda en la Ciudad Eterna y volvería a repetirlo en casi todas sus cartas. Peto monseñor Ingoli no pasaba por ahí; había que mantener en los capuchinos la per– suas;ón de que la Propaganda lo eta todo en materia de misión canónica, y para esto debía ser continua la correspondencia• por in– termedio del nuncio. Lo que fray Francisco se guardó muy bien de insinuar en sus cartas fué la retención de los despachos· de la Congregación en la Secretaría del Consejo. Los entregó fielmente, sin percatarse de que (25) A, G. L, Panamá, 4, f. 19, 107. (26) ARcH. PRoP. FmE, SA, r45, f. 258, 259. -17-

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