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LÁZARO DE ASPURZ, O. F. M. CAP. región de la desembocadura del Marañón ,en.América (18), y aquí los señores del Consejo se cerraron en banda, primeramente por tratarse de una Orden que no -estaba establecida en las Indias, y sobre ~odo por ser una intromisión de la Propaganda, un atentado contra los derechos dd Patronato real, y por ahí nunca pasaría el Comejo. El prefecto de la nueva misión se presentó desconsolado al nuncio; pero éste le aconsejó que no insistiese, porque sería contraproducente (19). Monseñor Ingoli debió de comprender que el paso era prema– turo. Pero había que hallar la solución; la reclamaba además la vocación misionera de los capuchinos de España injustamente de– fraudada. La amistad de· fray Francisco con Felipe IV y con gran parte ,de los personajes que intervenían. en los asuntos de Indias allana– ría lás dfücultades, pensó el secretario de la Congregación. El in– fluyente lego franquearía el paso hacia América a los· capuchinos, y por mecFo de ellos la Propaganda podría iniciar una penetración efi– caz en los dominios del Consejo de Indias. Aun para las iniciadas misiones de Africa veía monseñor Ingoli que sería provechosa la in– teligencia con Madrid, bajo el aspecto económico al menos. Lo que en Roma se pretendía no era prescindir del Consejo. Hubiera sido una aspiración quimérica, no sólo po,: lo que el Con– sejo suponía, sino porque la Propaganda no podía pensar en echar sobre sí todo el peso financiero del ejército ·mlsionero de Es– paña (20). Esta mutua inteligencia era, sin embargo, entonces más difícil que nun~a. En 1642 había sido puesta en el Indice la obra maestra sobre los derechos del Patronato r:eal: De In&iaru:m Jure, de Solór– zano Pereira. Dos años más tarde monseñor Ingoli hacía examinar en la Congregación iltla serie de abusos a. que daban lugar en las (18) IBID., Acta 1645, 2 oct., n.º 14, f. 442. . (19) Carta .del P. Andrés de Concentaina al cardenal Barberini, Valencia, 20 marzo 1646 (ARCH: PRoP. FmÉ, SA, 110, f. 28 y 43). Consulta del Consejo: A. G. I., Quito, 158. . (2q') · Así vemos que cuando el P. Gaspar de Soria y varios otros capuchinos ~cudieron a la .Congregación en 1633 pidiendo una misión, se les respondió por medio del nuncio q¡ue habrían de procurarse por sí mismos el avio y todos 1os gastos, porque la Propaganda no podía ayudarles (ARCH. PROP. FIDE, Lettere -volgari, 13, f. II v.). - 14-