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860 CLAUDIO ZUDAIRE El alcalde Diego Larrea les recriminó su forma de vestirse al aparecer en casa del difunto. El cabildo, sin esperar a los cantores, entonó el invitatorio, continuando con la salmodia. El alcalde no pudo contener su ira y llegándose al maestro de capilla "con voces imperiosas, levantadas y compuestas" y "apellidando al rey" lo asió con ánimo de llevarlo a la cárcel. Los músicos salieron inmediatamente, pretextando ir a mudarse de largo. Sin esperar a que volvieran los cantores, el beneficiado Dn. Baltasar de Bes, comenzó a cantar la primera lección, momento en que uno de los regidores de la villa le arrebató el libro. Enojado el cabildo, se retiró a la sacristía sin levantar el cadáver. A un mensaje de la viuda rogando que continuasen la ceremonia, respon– dió el cabildo que estaba pronto a ello con tal de que la villa reconociese que se había excedido; pero nadie modificó su postura. El vicario, que estaba en cama, hubo de levantarse y acompañado de "un monecillo que llevo la cruz de plata" hizo el entierro de Triviño. El Alcalde y los regidores suscitaron un proceso contra el cabildo, que reaccionó querellándose criminalmente contra sus acusadores. El desfile de testigos ante el notario Jorge Antonio de Bergara no ayudó en la solución del conflicto cuyo punto crucial era demostrar si se había excedido el cabildo al ordenar a los cantores oficiar "de corto", o por el contrario lo había hecho el alcalde, al interferir la actuación del cabildo y cantores. Después de prolongadas acusaciones y recusacio– nes, dimes y diretes, decidieron hacer la paz, retirando sus respectivas posturas. Habiendo mediado personas celosas de la paz y del servicio de Dios, los dhos señores dn Diego Larrea y Echarren, Dn Juan de Ochagavía, dn Baltasar de Zala y dn Juachín Martínez de Artieda, han dado recado a dhos otorgantes que su ánimo no ha sido ni fue el de ofenderles en cosa alguna más leve, pues por su calidad tienen obligación de venerar el estado eclo. como siempre lo han hecho y en la inteligencia de que en todo y por todo se debe ceder al mayor lustre y estimación del dho estado eclo. desde luego están prontos a satisfacer el dho cabildo de qualesquiera ofensa cometida, que en su inteligencia ninguna discurren haber executado, y por tanto les suplican tengan a bien cese la dha causa criminal por el bien que se sigue de que no aya disensiones ni quimeras con el dho cabildo y menos criminales, y respecto de que los otorgantes quedan satisfechos con el recado, por la pnte y su thenor desisten y apartan de dha causa criminal y quieren que no se trate ni escriba sobre ella, y dan por nulo y ninguno todo cuanto se a actuado asta aquí y piden y suplican al sr [ 18 ]