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CLAUDIO ZUDAIRE HUARTE y delicado de los registros que ha renovado, y que es acreedor para que sea buscado para cualesquiera obra .de su arte; y para los efectos que convenga y satisfacción de Fr. Florentin, organero suizo deportado, doy el presente a 24 de febrero de 1801 ». Informe de Fray Florentín sobre el órgano de Lazcano Del acta levantada por el escribano Echarri, se deduce que el Concejo de Lazcano (11, enero, 1801) estimó que el órgano requería urgente y profunda remodelación, destacando las deficiencias de los fuelles que estaban a punto de dejarlo mudo. Un organero de Oñate (tal vez Garagarza?) propuso hacer instrumento nuevo por unos 18.000 reales; Fr Florentin, en cambio, se comprometía a reparar fuelles y lengüetería por la cantidad que la iglesia tenía depositada en dn Prudencia de Alargunsoro, que importaba unos 5.000 reales. El informe del organero carmelita ratifica la urgencia de reparación y la posibilidad de ejecutarla, «pues habiéndolo examinado, hallo que gran parte de la obra vieja que tenía dho. órgano se conservase por ser muy buena». que algunos registros especialmente de lengüetería están defectuosos, se pueden derretir con el fin de hacer otros, aprovechando el material que tienen. que además, comprando algún estaño, se pueden añadir hasta tres registros por haber lugar o disposición en el secreto para colocarlos, los registros nuevos que requiere dho. órgano son: la trompeta magna, la trompeta de batalla y el clarin de campaña, un bajón a la nueva moda, un nazardo de mano izda. en tercera de la quincena, que la corneta real y la corneta de ecos como también el clarín de los ecos están mal colocados, pierde el órgano de forma que no se puede afinar la cañutería y es preciso colocar del modo correspondiente, que con esto y hacer de nuevo varios caños de la derecha de la trompeta real que tiene el mismo órgano, quedará éste muy bueno, pero que ante todas cosas, es necesario hacer cuatro fuelles nuevos de palenque de a cuatro pies de ancho, que toda esta obra la hará el compareciente con toda perfección con que se le presten unos tres quintales poco más o menos de estaño ordinario, cola, baldreses y maderamen, con que por su jornal diario y de su oficial le paguen a saber, por el mismo compareciente 15 reales y mantenido, y por el último, diez sin la manutención, diariamente y que para la ejecución juzga que, dando Dios salud a los dos, pasará seis meses poco más o menos, que no les es posible decir a punto fijo el coste real que tendrá esta obra o composición pero cree no pasará de doce mil reales, aunque sí se necesitará esta cantidad.... » El veredicto de Fr. Florentín, honesto al reconocer la calidad de la obra de Alssua y los defectos contraídos al paso del tiempo, se vió avalado por la unánime opinión de tres organistas: Dn. Jn. Francisco de Asurmendi (62 años de edad) organista de ldiazábal, José Joaquín de Asurmendi (33 años) de Ataun y José Martín de Ormazábal (52 años de edad y 36 de organista) de Lazcano: «los fuelles de él se hallan inutilizados enteramente por cuyo motivo está próximo a enmudecerse y que es indispensable que se ejecuten nuevos y de mayor medida, que el flautado octava y todo lo demás del lleno igualmente que el flautado de violón y corneta juntamente con las contras y corneta inglesa podrán quedar servibles con un repaso que por maestro organero se les dé, y que la trompeta real de ambas manos, clarín, bajoncillo, chirimía y ubue y clarín de eco se hallan inutilizados e inservibles, y son de sentir que se deben ejecutar de nuevo añadiendo trompeta magna, bajón y eco de corneta, que es cuanto pueden decir acerca del estado actual de dho. órgano» .. El órgano de Alssua, repetidamente remozado y añadido, había llegado en malas condiciones a su primer centenario. Fr. Florentín Grimont ejecutó la obra, una vez que 52
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