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53 La primera <li:6.cultad con que tropieza el mecamc1smo es la diversidad de naturalezas. Si los átomos -idénticos en na– turaleza,. como se ha dicho- son los únicos componentes de los cuerpos, se sigue que todos los cuerpos tienen la misma esencia. En este sentido arguyen los Conimbricenses: los cuerpos na– turales no se componen de sola materia, ya que entonces el .hombre y el le'ón tendrían la misma esencia 1 ª 1 • Pero no hay tal. El hombre y el león no tienen la misma materia, ya que se re– quieren más átomos de fuego en el león que en el hombre. Con todo, teniendo en cuenta que el más o el menos no cambia la especie, se puede conceder que la materia sea la misma. Pero lo d.ecisivo es esto: no es la misma la disposición de la mate– ria. Las oraciones de un discurso se componen de los mismos caracteres y, no obstante, difieren entre sí, como AMOR y ROMA 1 ª 8 • El ejemplo traído pudiera hacer creer que en esta explica– ción no se salva la diferencia entre la unidad ·substancial y la accidental. Tal diferencia subsiste. La unidad substancial o per se es aquella en que se da una sola substancia, con unidad de simplicidad o de composición, y una sola naturaleza, es de– cir, un único principio de acción. La unidad accidental o per accidens, por el contrario, no es unidad de simplicidad o de composición, sino sólo de agregación o composición acciden– tal, por la cual pertenece a varios predicamentos 139 • Las par– tes forman una unidad de composición o un cuerpo natural, cuando u~a está ordenada a otra para constituir cierta armo~ nía, como el pie, la mano y demás miembros en el hombre. El ejemplo de los miembros del cuerpo humano debe aplicarse a los átomos: al unirse éstos~ se ordenan a constituir cierta , · 140 armoma y, por tanto, forman un unum per se . Otro tanto cabe decir de la diversidad de operaciones. Di– rás que tal compuesto no puede ser principio d_e todas las ope– raciones que se observan en los cuerpos naturales. Pero esa afirmación es gratuita. Si los átomos ni solos ni unidos pue– a.en producir tales efectos, ¿por qué ha de poder producirlos la forma material, que también tiene una virtud operativa me– ramente corpórea y divisible, como se ve en ciertos animales, que pueden moverse durante cierto tiempo decapitados, con 137 COLLEGII CoN1MBRICENs1s, S.J., Commenta:rii in octo libros Physicorum Ari- stotelis Stagiritae. In X Phys., c.9, q.9, a.2,, Lugduni 1610, 231. 188 Phys., p.l, d.I, a.4, q.5 : II, 82. ' 1 a9 Ibid., a,5, q.2, p.112. 1 4 o Phys., p.2, d.3, a.4, q.2 : I:ll, 406-407.