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INTRODUCCIÓN LA ESOOLÁSTIOA EN EL SIGLO 17, La escolástica del siglo 17, sobre todo en sus relaciones con la filosofía moderna, está todaví~ un poco en la penumbra. Sin embargo, su estudio no carece de interés. Se trata de un período de transición: del paso de la filosofía escolástica a la filosofía moderna. Todos los caracteres propios de las épocas de crisis se dan en ella: excesivo apego al patrimonio antiguo en unos, peligrosa tendencia hacia lo nuevo en otrós, asimi– lación deficiente o total desconocimiento de los avances c~en– tífi.cos, formulismo y esterilidad en el uso de la tradición, in– seguridad, desorientación. · · Los hechos ante los que se encuentra la escolástica del si– glo 17 son 1 la nueva ciencia, el cartesianismo y el atomismo. Los métodos experimentales de Bacon y la concepción físico– matemática de la naturaleza de Galileo ha desplazado la fí. sica aristotélica. Los cultivadores de las ciencias naturales se acogen a las filosofías atomistas o al cartesianismo, o simple– mente se entregan a la investigación al margen de todo siste– ma. Estos últimos son los que forman grupo aparte frente a los atomistas y cartesianos. Empíricos, cautelosos, ·desconfían de la física de Galileo, por creerla insuficientemente apoyada en la experiencia, y mucho más del atomismo y cartesianismo, claramente aprioristas. Descartes llena con su nombre este período. Su física y su metafísica se imponen al mundo 6.losófico y aun, en parte, al literario, sin excluir las peculiares concepciones de las ideas innatas, la duda metódica, el conocimiento de Dios partiendo d'e las ideas, la teoría del animal-máquina, la hipótesis _cosmo– gónica de los torhefünos. Al finalizar el siglQ 17 se abandonan varias de estas teorías, pero el .«espíritu cartesiano» queda: la exigencia crítica, la mentalidad racionalista, el rigor matemático en la ciencia. . Frente al cartesianismo y en oposición a él se desarrolla: la filosofía atomista, renovación del atomismo de Demócrito cris-