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6 ESTUDIOS BÍBLICOS.-T. de Oríbiso, O. F. M. Cap. etiam ut Legislatorem cui oboediant, A. S.». Y en el cap. 11 había di– cho que los mandamientos de Dios son posibles, «nam Deus impossi– bilia non jubet», y que el justificado está obligado a cumplir los man– damientos; no sólo el mandamiento de la fe, s_ino ,todos los demás. Y con su cumplimiento, es decir, con sus buenas obras, no sólo ·no peca,. aunque ubre intititu mercedis (c. II), sino que merece ·aumento de gra– cia y de gloria (c. i6); y dice que los Protestantes enseñando lo contra– rio, contradicen a la fe ortodoxa (c. 1 1). Además, en la ses. XIV «d~ Contritione» se dice que para que la atrición justifique en el Sacramen– to de la Penitencia, debe ir unida «cum spe veniae» (5). Así el Concilio de Trento, estableciendo según los ·datos revelados la verdadera doctrina de la justificación, y por ende las relaciones que, con ella tiene la esperanza, que la precede como disposición, la acom– paña como efecto, y la sigue como sostén y apoyo, cerraba la peligrosa. brecha 9ue el Protestantismo quiso abrir en las murallas de la Ciudad de Dios, para mancillarla con las abominaciones que de sus errores. ne– cesariamente fluyen. El Concilio les lanza el apocalíptico «foris canes, et venefici, et impudici... et omnis qui amat et facit mendacium» (Apoc. 22, 15); y así quedan desautorizados, mientras la doctrina del Apóstol, vaso de elección, d·e la que ellos tan descaradamente abusa– ban, queda vindicada, y brilla con nuevos· fulgores. C.-,-Concepto de la esperanza en los escritos paulinos Las tres virtudes teologales han servido para caracterizar a tres de: los grandes escritores del Nuevo Testamento: a San Pablo se le ha Ua– mado el «Apóstol de la fe», a San Pedro «el de la esperanza», y a San Juan «el de la caridad», por el tono general de sus escritos respectivos. Pero, como observa J. S. BANKS (6), «si ?ªn Pedro es «el Apóstol de la esperanza», San Pablo es su teólogo, el que pone en sus Epístolas los. fundamentos revelados de una teoría de la esperanza». San Pablo toma la eh[<; tanto en sentido subjetivo, por la virtud teo- (5) Cfr. "Coniciilii T,ri,de.ntini Acta, Diaria, ·e1:IC." ; Sodetais Goer1t1=1Siana; tomo, V, pans 1a,ltJera, 19II: oUJrata a STE.PHANO EHsEs. El Decreto y Cámonies ,de [a •se– s,ioo ~exta están ,en lla:s págs. 790-99. (6) J. HASTINGS, "A Diiot. of tlhe Bibel", dir. voz HoPE, (voll. II, 412b-413•). C1ir. HARENT S., ,en "Dkt. de Theol. catih. ", voz EsPÉRANCE (tom. V, 001. 6o5-76)..

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