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26 ESTUDIOS BÍBLrcos.-t. de Orbiso, O. F. M. Cap. que se extiende a la eternidad. Dios por su Hijo nos ha redimido y nos quiere salvos: nos ha destinado a ser coherederos de la gloria con Cristo, para que El tenga el honor de ser el primogénito entre muchos hermanos. La esperanza pues de los que están en Cristo Jesús se apo– ya en la misma voluntad• salvífica eficaz de Dios. Grande motivo de esperanza es para el cristiano el «estar en Cristo Jesús», es decir, su inserción o incorporación a Cristo, nuevo Adán, por la justificación, que no deja en el regenerado nada que sea dig– no de condenación. «Nihil damnationis est iis qui sunt in Christo 7esu» (88 bis). Esto es lo que se indica también con la fórmula, que con diversas expresiones recurre varias veces: «si tamen compatimur, ut et conglorificemur» (89): ~si sustinemus et conregnabimus, si com– mortui sumus et convivemus» (90): «sicut socii passionum estis, sic eritis et consolationis» ( 91 ): «si complantati facti sumus similitudini mortis ejus, simul et resurrectionis erimus» (92): «si mortui sumus cum Christo, credimus quia simul etiam vivemus cum Christo» (93). La co– municación en los padecimientos de Cristo es la condición indispensa– ble, y al mismo tiempo la prenda cierta de la participación en sus triun– fos. :Eup.r.ácrxm,, - auvao~w,6r¡vw, es la auténtica esperanza cristiana, tanto más sólida cuanto más libre de ilusiones, porque comienza por asociarse a Cristo paciente, siguiendo el camino que El recorrió antes de entrar en su gloria. «0portuit Christum pati, et ita intrare in gloriam suam» (94). Esos verbos y nombres de auténtico cuño paulino, compuestos con la preposición cr6v = cum, corno cru¡rnácrx_m (= compati), cruva.7r.o0vf¡cr– Xill ( = commorior), cruvwcpévm ( = consepeliri), cruvqdpm ( = con– resuscitare), cruvxa.Olr;ctv ( = consedere), cruvao~a.cr6r¡vm ( = conglori– ficari), crut:;illo7r.otctv ( = convivificare), cru¡1~am11.~6m ( = conregnare), cr6¡1¡1opq¡oi; ( = conforrnis), cr6¡1rpt,oi; ( = complantatus), cru 1 xb¡povo¡1oi; (= coheres), cr6crcrill¡1oi; ( = concorporalis), crup.¡1É,ox_oi; ( = comparti– ceps), etc., son otros tantos modos de indicar nuestra incorporación a Cristo, que nos da fundados motivos para esperar nuestra glorificación (88 bis) Rom. 8, I. (89) Rom. 8, 17. (90) 2 Tim. 2, 12. (91) 2 Cor 1, 7. (92) Rom. 6, 5. (93) Rom. 6, 8. (94) Le. 24, 26. 46.

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